A MARITO CON CARIÑO

MVLL, Borges y los piqueteros por Guillermo Giacosa (*)
Me gustó el artículo de MVLL Borges y los piqueteros, publicado el domingo en El Comercio. En realidad, me gustó hasta la mitad. Esa primera parte en la que evoca a Borges y al Buenos Aires de ayer, en la que afirma, con su destreza narrativa, que la capital argentina, junto a París, son las ciudades más literarias del mundo. Alguna vez, viviendo en Saint Germain des Près, sentí esa fraternidad de atmósferas entre ambas ciudades pero, cauto para las emociones, lo atribuí a un peligroso reflejo chauvinista que no me debía permitir, y mucho menos con Videla y su banda de asesinos gobernando mi país.
Hasta ahí brillante don Mario. Luego vienen sus reflexiones sobre el peronismo y, finalmente, su descomunal desconocimiento de la realidad argentina. No habló de la actualidad en su conjunto, habló de la realidad histórica de mi país y de los últimos acontecimientos que la ceguera ideológica de MVLL adapta al antojo de sus convicciones o, quizá, de su desinformación.
MVLL, refiriéndose al líder piquetero Luis D'Elía, afirmó que este dijo que "odia" a los blancos del Barrio Norte y que quisiera "acabar" con ellos. Y luego dice don Mario: "Pregunto a mis amigos argentinos qué quiere decir el líder piquetero con aquello de "blancos". Porque, por donde yo miro, en la Argentina, solo veo blancos".
No sé qué le habrán contestado sus amigos argentinos pero yo, que soy tan argentino como ellos, le voy a responder: Así como los esquimales reconocen más de 30 variedades de blanco, en la Argentina hay matices que usted no ve, pero que han tenido una enorme significación en la historia política del país. A los partidarios de Perón se les llamó "cabecitas negras" porque en la escala cromática de la oligarquía argentina eran de un tono que no correspondía exactamente a su clase social. Además, si usted visita Santiago de Estero, creerá estar en una ciudad andina. Y algo parecido ocurre en Salta, Tucumán, Jujuy o en los arrabales de la capital argentina. En verdad, como dicen los neurocientíficos, cada uno ve lo que quiere y esa visión nunca es el espejo de la realidad.
Más grave, don Mario, aunque admito que debió estar mal informado por las agencias o diarios que defienden la libertad de información que Ud. pregona (y que yo adhiero, cuando no miente, como en este caso, o cuando no está al servicio de intereses económicos, como ocurre generalmente), su fuente, el diario La Nación, le ha hecho cometer un error del que espero se retracte, como lo ha hecho el diario. El líder piquetero D'Elia dijo: "La oligarquía no tendría problema en matarnos, como hicieron tantas veces". Entre esa expresión y la que se le atribuyó y que usted reproduce hay una distancia que su honestidad intelectual le hará reconocer. Más aún considerando que La Nación publicó su desmentida el 28 de marzo.
Olvidó contar MVLL que, durante la grave crisis con los agricultores, el Ejecutivo argentino permitió libertad total y, por primera vez en años, no hubo ni balas de verdad, ni de goma, ni gases lacrimógenos.

(*) Aparecido en su columna del diario Perú21. Ya lo dijimos antes Marito es el Isaac Humala de la derecha mundial pero Luis D'Elía nos parece un personaje siniestro que maneja esas mangas de delincuentes -borrachos y drogadictos- que se hacen llamar piqueteros. La agresión en Rosario es injustificable así el ómnibus hubiese transportado a lo mas rancio del fascismo. Y en cuanto a las declaraciones del lider piquetero ya sabemos como se manejan las ediciones en los diarios de la extrema diestra pero sinceramente D'Elía es capaz de decir y hacer peores cosas. Lean Crítica Digital.