"Mueren 14,000 muertos (sic) al año" por Guillermo Giacosa (*)
Comprendo que don Jaime no simpatice con Hugo Chávez pero afirmar, como lo hizo en La Hora N, el martes pasado, que en "Venezuela mueren al año 14,000 muertos" me parece una injusticia o un milagro, porque eso de morirse dos veces, eso es cosa del demonio o de Chávez -que en el imaginario althausiano debe ser casi lo mismo-. Esa falta de salud de los muertos es, sin duda, una ignominia más del presidente venezolano. Uribe no permitiría algo así. Y no solo eso.
Además, Althaus nos reveló que en Venezuela muere más gente que en Irak. Hace poco, César Hildebrandt, con su punzante lucidez para analizar y adjetivar, calificó a don Jaime de sonámbulo. Quizá esa condición le permita hacer afirmaciones como la expresada en su programa. No digo que en Venezuela no muera gente, tampoco debe ser el paraíso de la seguridad, pero compararlo con Irak, donde ya han muerto más de un millón de personas en los años que lleva la guerra indica que nuestro amigo de La Hora N es ligeramente parcial, ligeramente distraído o, quizá, hace su programa en el estado de sonambulismo que señalaba Hildebrandt.
Su interlocutor era un tal Ian Vásquez, del CATO Institute de los EE.UU. que, sin ser sonámbulo, le hacía coro a nuestro estimado colega. El vocero de esta institución que pertenece a la extrema derecha estadounidense y que se dedica a defender las "libertades" dijo también lo suyo. Por ejemplo, aseguró que Argentina y Venezuela están creciendo pero que tienen grandes problemas, en cambio Perú crece. según el joven señor del CATO Institute. sin problemas.
Digamos sin problemas para las grandes empresas porque, si de la población hablamos, creo, sin exagerar y sin pretender convertirme en perro del hortelano, que este país en el que con tanto cariño me he afincado algunos problemas enfrenta. No sé, me parece.
Volviendo al CATO Institute, digamos que es un híbrido de "la revolución hippie del 68 y de las teorías reaccionarias de Friedrich von Hayek, que pasó de la promoción de la libertad sexual y la liberalización de la marihuana a la defensa de los intereses de las multinacionales contra los ecologistas. Se concentró sobre todo en la destrucción del Estado protector y, singularmente, en la privatización total de las pensiones". Uno de sus responsables en Chile es el ex-ministro de Augusto Pinochet, José Piñera. CATO fue originalmente una asociación de anarquistas que devino en una fundación con sede en Washington, ampliamente subvencionada por grandes empresas multinacionales.
Pertenece a lo que el humanista suizo Jean Ziegler describe así: "Una serie de gobiernos y organizaciones intergubernamentales apoyan la teoría neoliberal que no reconoce la existencia de los derechos económicos, sociales y culturales y limita los derechos humanos únicamente a los derechos políticos y civiles". Esas son las libertades que defiende el invitado de don Jaime y que este subraya con entusiasmo, toda vez que algo se ajusta a esta mezquina e intelectualmente empobrecida visión de la realidad.
(*) Aparecido en su columna del diario Perú21
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