26.9.11

DIARIO DE LA DESOCUPACIÓN


Diario de la desocupación
Página 12 - En torno a un poema de Borges




Poema a los Amigos

No puedo darte soluciones para todos los problemas de la vida, ni tengo respuesta para tus dudas o temores, pero puedo escucharte y compartirlo contigo.
No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro. Pero cuando me necesites estaré junto a ti.
No puedo evitar que tropieces. Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas.
Tus alegrías. tus triunfos y tus éxitos no son míos. pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomes en la vida. me limito a apoyarte a estimularte y a ayudarte si me lo pides.
No puedo trazarte límites dentro de los cuales debes actuar, Pero sí te ofrezco ese espacio necesario para crecer.
No puedo evitar tu sufrimiento cuando alguna pena te parta el corazón, Pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.
No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser. Solamente puedo amarte como eres y ser tu amigo.
En estos días pensé en mis amigos y amigas, No estabas arriba, ni abajo ni en medio.
No encabezabas ni concluías la lista. No eras el número uno ni el número final.
Dormir feliz. Emanar vibraciones de amor. Saber que estamos aquí de paso. Mejorar las relaciones.
Aprovechar las oportunidades. Escuchar al corazón. Acreditar la vida.
Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero el segundo o el tercero de tu lista.
Basta que me quieras como amigo. Gracias por serlo.

Jorge Luis Borges


Son muy pocas las personas que son capaces de cumplir con este precioso poema. De todo corazón he intentado hacer mías unas cuantas de éstas líneas. 
Yo, que se lo que es tirar la toalla cuando la amistad se convierte en desconsuelo, y aunque vivo agradecido a quienes me dieron su apoyo y soporte en momentos difíciles siento a veces que no puedo estar a la altura de lo que la sabiduría de Borges nos sugiere y lucho entonces, contra el fantasma, para no rendirme.
Confieso que en muchas ocasiones ha ganado mal el espectro de la decepción.
Ahora son menos las veces porque ya entendí con claridad lo que es realmente aceptar y a veces esto implica dejar ir, permitir y facilitar la experiencia para que las personas crezcan para evolucionar.
Ser amigo es recibir y entender tal cual, sin querernos cambiar.
Alguna vez hasta se han atrevido a sugerirme que no sea tan buena gente porque la gente piensa que ser bonachón es ser un gran tonto. Lo peor es que no me considero un sujeto con semejante virtud.
Mis hilachas en verdad son de lo más bravas y trabajo en silencio para iluminarlas y darles esperanza.
Lamento pues y desde aquí mi rendida excusa para todos aquellos a los que no podré satisfacer cambiando para encajar con su gusto.
Tampoco es que sea tan dramático y necesario el cambio.
Eso si, les digo que yo sería muy feliz de tenerlos como amigos, tal como son, bellos humanos perfectos de puro imperfectos.

H.D.P.

(Para Alma Libre que envió generosamente este poema a mi correo y para G. a quien espero ver en el futuro en su verdadera dimensión de ser de luz)

15.9.11

DIARIO DE LA DESOCUPACION


Diario de la desocupación
Página 11 - Dejando a los condenaditos


Es inevitable, que tarde o temprano, las personas que conocemos (que incluso amamos) se conviertan en personajes de ficción, en el esbozo de una actitud o en en el juego de una conducta. Me es duro reconocer que hago lo indecible por sacar a la gente de sus propias miserias, que con todas mis fallas y dudas, me las juego y les lanzo el salvavidas (lo que no debo hacer porque interrumpo su necesario aprendizaje y porque es como darle ambrosía a quienes desconocen el sentido de la exquisitez) y que al final tengo que recibir con la misma paciencia de los desengaños pasajeros resultados nada deseados para darle la bienvenida a la desilusión que me produce verlos irse tan ciegamente a la mismísima mierda. (Perdón por el francés)
Tal vez sea su trabajo tan sucio escarceo. Es su naturaleza. 
En estos últimos meses que preceden a mi separación conyugal, he tratado con diversos tipos de personas. 
En el caso de las mujeres, he clavado mi espada sin piedad sobre damas de años en declive (algunas muy bien conservadas) y sobre jovencitas cuyos senos parecen los de una madre rudimentaria. Y todo fue igual. Nada que crezca.
Porque -como canta el Joaquin- sólo los amores que matan nunca mueren. 
En el específico caso de Patricia (mi ex-esposa y la que fuera el gran amor de mi vida) ha terminado por ser una versión de Kathy Bates en Misery pero flaca (no por dietas bien estructuradas sino porque prefiere gastarse el dinero en ropa más que en su propia mejora como ser humano y de la cual he decidido divorciarme cuanto antes, porque lo último que quiere mi cuerpo ya muerto es que llore como boluda en mi muy feliz velorio) porque verla tan distinta me causa una tristeza del órdago, una lástima atroz, la sensación del fracaso absoluto y  una ausencia de brillo que causa pánico.
Y en el caso de otras mujeres que se acercaron a mis deseos (siempre enhiestos) sólo me queda pedirle a las jerarquías de allá arriba, que no las dejen autodestruirse tan mal, tan bobamente, tan pobremente aferradas a la nave del arribismo que les produce el creer que con un poco de dinero ganado con entrepiernas, van a dejar de ser algún día, inexorablemente las coristas de su propia tragedia.
De mis amigos del mismo genero hago mención en Jorge, brutalmente buen pata, y en Pedro, siempre lleno de una sabiduría impresionante y de otros como Luchito  que ha sabido ser el compañero que te escucha para decirte en silencio que no estas solo, que el clan te respalda y que la vida espera aún lo mejor de ti, de cada uno de nosotros, porque fuimos hechos para sacarle la máscara veneciana a una civilización ya bastante ajada. 
Citó a mi amigo: Abel Peralta Quiroz -que conecta mis bienes personales con los suyos en las setenteras ideas- y a la gente de izquierda con los que compartiremos siempre la próxima revolución de los verdaderos grandes cambios o la definitiva noche de los cuchillos largos que nos libere de tanta indiferente y gananciosa basura de la humanidad. 
He de seguir escribiendo la gran novela. Es mi trabajo. 
Lamento que pasen a la ficción mis musas de estos días. Pero ya no puedo seguir siendo su nano o niñero. 
Sorry, yo tengo que partir a otros continenetes cósmicos que me esperan hace más de veinte años. 
Tengo que dejar bien asegurado y protegido a mi hijo, el Gonza,  que tendrá que ser algo así como el Neo tranquilo y buenagente, de este nuevo triunfo de la raza en donde la matrix de los espejismos es una cosa del pasado que recreamos como si fuera -decía- la ficción que destroza la realidad para darle tu ansiada liberación. 

H.D.P.