13.3.08

PEQUEÑOS, PERVERSOS Y POLIFORMOS



Los niños del SÍ por Fernando Maestre (*)
Con este nombre extraño se conoce a un tipo de niño que ha sido criado en un hogar inmaduro, donde los padres no han tenido método válido de criarlo, por lo cual han decidido simplemente decirle "Sí" a todo aquello que pide.
Estudios en varios países europeos señalan que la alta tasa de adolescentes que golpea a sus padres y los maltrata, al punto de llegar a ocasionarles la muerte, tiene como trasfondo el haber sido criados como niños del "Sí", por lo que son consentidos y tiranos desde el nacimiento.
La crianza es producto de aquello que los padres aprendieron de sus propios padres, es decir, recuerdos de cómo ellos fueron educados y, en tal sentido, aplican automáticamente esta tradición, con lo que el nuevo niño es el resultado de lo transmitido por la costumbre familiar más algunas nuevas variables que los jóvenes padres han llegado a incluir en los recién nacidos.
Las causas de estas conductas extremadamente permisivas que muchos padres aplican a sus hijos se deben a distintos factores. Aquí las más importantes para tener en cuenta y no perderlos de vista.-El padre tiene miedo de su hijo, siente que le puede hacer daño e, incluso, tiene fantasías de que si o contradice, el pequeño podría tener un ataque de furia que no sabría controlar. El miedo del padre a sus hijos es una expresión muy común en estas épocas, y donde más se manifiesta es en la adolescencia, cuando los hijos tratan a sus padres como si fueran sus lacayos.
-El padre tiene un problema 'narcisístico' profundo, heridas en su ego y en su autoestima, debido a que cuando era pequeño estuvo lleno de carencias y privaciones, lo cual lo llevó a realizar el juramento secreto de que si él tenía un hijo jamás le faltaría nada. Sobre esa base proyecta una crianza basada en sus propios conflictos. Si a él le faltó comida, al niño le dará todo hasta volverlo un obeso. Si él no tuvo dinero, envuelve a su hijo con regalos, dinero, juguetes y ropas.
-Hay familias numerosas donde patriarca de la casa es el abuelo; por tanto, la crianza es impuesta desde el 'abuelazgo'. La función del abuelo, no lo olvide, no es criar hijos sino engreírlos, transmitirles la historia de la familia, concederles todo amor, etc. En este hogar casi siempre la voz del padre está silenciada por la de los abuelos, quienes son los encargados de convertir al niño en un príncipe.
-La mejor manera de detener la violencia adolescente -cada vez más creciente- es manejando el problema desde el nacimiento de los niños. No permita que las cosas empeoren.
-Los niños del "SÍ", recuerde, son criaturas que jamás supieron lo que era una norma, una ley y una orden dictada por el padre o la madre, y que ellos tuvieran que obedecer.


(*) Aparecido en su columna del diario Perú21

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