26.10.07

UN PERUCHO ENTRE PARAGUAS







El Guarani, Los Jesuitas y las Misiones Guaraníticas por Antonio Abad (*)

La más antigua de las tradiciones dice que en tiempos remotos arribaron a Brasil 2 hermanos con sus respectivas familias Tupí y Guarani.
Guarani se extendió con su familia en toda la zona del Paraguay y Mato grosso hasta las cercanías del Orinoco (frontera brasilero venezolana) esto hasta antes de la llegada de los españoles.
Cuando los conquistadores llevaron a cabo su obra, el pueblo Guaraní habitaba el N y el centro de Paraguay, parte del centro y el sur del Mato Grosso, la cuenca del Amazonas, la costa Atlántica y el centro de Brasil. Este pueblo se constituía de grupos familiares con la dirección de un cacique sometido a las decisiones de un consejo de ancianos.
La lengua guaraní es, después del griego y el latín, la que ha provisto de mayor cantidad de voces a la botánica, ciencia que, junto con la zoología y la agricultura, es notablemente conocida por este pueblo.
El mayor legado de este pueblo es el lenguaje pues hoy en día en el Paraguay lo hablan todos en general (sin excepciones en todos los extractos sociales), se habla en la calle, en los diarios, en la television, en reuniones sociales, politicas.
Este país esta compuesto mayoritariamente por descendientes de casi de todos los países de Europa, siendo en mayoría españoles, alemanes, suecos, rusos, polacos, franceses, italianos, ingleses etc .
Debo decir que el indígena puro hoy en día esta compuesto por 25 mil personas.
Como en los guaraníes se permitía la poligamia esta costumbre fue adaptada rápidamente por los españoles, que lo primero que dejaron fue descendencia, y el concubinato es practicado con toda normalidad por todas las capas sociales.
Esta primera camada de conquistadores hizo un rápido paso por tierras guaraníes, la mayoría siguió camino hacia Bolivia y Perú otros retornaron a lo que hoy es Buenos Aires y Montevideo, pero el primer legado que dejo fue la herencia de su raza produciéndose un primer mestizaje, las mujeres de este primer mestizaje se unieron a españoles nuevamente dejando casi imperceptible luego de 4 generaciones vestigios de su raíz guarani, estos descendientes se mezclaron con las nuevas oleadas de emigración europeas dando el resultado lo que son hoy en día, sin embargo su raíz guarani perdura a través del lenguaje y del uso de las hierbas como costumbre, en el mate (bebida caliente) y en el terere (bebida fría) cabe resaltar que en época de la colonia esta costumbre estaba arragaida en todos las ciudades de las colonias españolas y portuguesas. Los guaraníes puros se retiraron hacia los lugares más recónditos alejándose de la civilización europea, las enfermedades diezmaron a esta gente.
Los jesuitas llegaron al Paraguay a fines del Siglo XVI y establecieron reducciones, desde los que ejercieron gran influencia en la colonización del país, esto duro 150 años hasta que fueron expulsados.
Las Misiones Jesuíticas conforman un conjunto arquitectónico de gran importancia histórica, cultural y artístico, erigido entre 1609 y 1768 por la orden religiosa Compañía de Jesús. Estas eran más de 80, pero actualmente sólo quedan 30 entra los territorios de Argentina, Brasil y Paraguay. Dignas de ser visitadas, estas misiones constituyen un legado inestimable de lo que fue la labor de evangelización de las poblaciones nativas en los países mencionados. De las siete misiones existentes en Paraguay dos han sido declaradas Patrimonio Universal de la Humanidad: Jesús del Tavarangue y Trinidad del Paraná. La primera fue fundada en 1685, cuenta con una iglesia restaurada y en este momento se está llevando a cabo el proyecto para la rehabilitación de colegios, talleres y casas de indios. Fundada en los inicios del siglo XVIII, Trinidad del Paraná es la más acabada de las 30 misiones jesuíticas existentes entre los mencionados países sudamericanos. Cuenta con una imponente Plaza Mayor bordeada por casas de indios y una Iglesia Mayor con valiosísimos elementos como la pila bautismal, el púlpito y el pórtico de la sacristía, recinto en el que se exhiben piezas de museo de gran valor artístico.
Las misiones jesuíticas. Los jesuitas eran una orden sacerdotal católica romana, que llegaron para convertir a los habitantes locales al cristianismo. Establecieron misiones y construyeron enormes iglesias de roca que protegían a los indios guaraníes del lugar, de los ataques de sus enemigos. Al ser expulsados los jesuitas del Paraguay, muchas de sus construcciones comenzaron a deteriorarse por falta de mantenimiento, pues fueron abandonadas totalmente tanto por los aborigenes como por los jesuitas.
Los jesuitas fueron los más decididos e inteligentes de las órdenes misioneras. Sus misiones en Paraguay constituyeron el intento más exitoso de conversión y aculturación entre todos los indios sudamericanos." "ningún colonizador del siglo XVIII estaba dispuesto a soportar el tedio y las privaciones propias de la vida en los pueblos de los indios sólo para dar instrucciones sin interés alguno"
La orden del rey Carlos III para expulsar a los Jesuitas en el año 1768 obedece a diversos factores: Los poderes europeos no toleraban ningún tipo de expresión fuera de sus intereses colonialistas. La envidia y el afán de apoderarse de los indios y de los logros obtenidos.
Destruyeron la obra de Dios para asegurar el suministro de trabajadores indios esclavos para el estado y para los colonos.
Las Reducciones no se disolvieron inmediatamente. Reemplazaron a los jesuitas con nuevos directores seculares que no tenían los ideales de los jesuitas.
Los mas afortunados entre los guaraníes retornaron a la selva o emigraron a Buenos Aires donde se sirvieron del entrenamiento como artesanos que habían aprendido en las Reducciones. Lo cierto es que hubo una rápida disminución de la población indígena.
En cuanto a la planta física, las tropas del general brasileño Chagas y el dictador paraguayo Francia causaron graves daños a los edificios. El golpe de gracia vino por el sucesor de Francia, Carlos López cuando este abolió forzosamente y destruyó las comunidades para quedarse con sus tierras.
Espero que halla brindado luces sobre la conformación de lo que hoy es el Paraguay y la influencia jesuita en su momento.
(*) Antonio Abad es un perucho entre paraguas forjado en las aulas del Colegio Alejandro O. Deustua. Promoción 76. Refugiado en Asunción donde le permiten ser el empresario eficaz que su país ahuyento alegremente. Nuevo colaborador de este blog con sabrosas e interesantes crónicas de las tierras guaraníes.

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