16.10.07

PINCHE PREMIO







Una brasileña es la mujer más vieja del mundo, pero no está en el Guiness

La anciana supera por 13 años a la estadounidense Edna Parker (114), quien sí está considerada en el referido libro de records. Ciento cincuenta y nueve personas, con más de 110 años de edad, confirmaron la originalidad de sus documentos.
Llegar a los 127 años parece poco probable para una persona, sin embargo para la brasileña María Olivia da Silva eso no fue imposible. Muchos pensarían que pasó su primera centuria a duras penas. Pero no sucedió así. Por el contrario, se encuentran como dicen por allí: 'vivita y coleando'.
El último censo realizado por Instituto Nacional de Brasil ratificó la edad exacta de María Olivia, y sí, tiene 127, pero para sorpresa de muchos aún no se encuentra registrada en el 'Libro Guinnes de los Records', sin embargo eso no se convirtió en pretexto para que sea reconocida como la 'Mujer más vieja del Brasil'. Incluso, supera, por 13 años a la estadounidense Edna Parker, quien sí está considerada en el referido libro de records.
Se supo, tras los resultados previos al conteo poblacional brasileño, que existen 159 personas con más de 110 años de edad, quienes confirmaron la existencia y originalidad de los documentos de la mujer que el pasado 28 de febrero completó su centésimo vigésimo séptimo aniversario. Como se recuerda, entre el 2004 y el 2005, la mujer fue el centro de atención de los principales medios de comunicación por su longeva edad. Un canal, a falta de la confirmación del Libro Guinness de los Records le dio el título de la 'Mujer más vieja del Brasil'.


Como que la presea de ser la mas cocharcas del mundo no es que digamos una medallita muy buscada, creemos sinceramente que la jovata ni cuenta se da de su novel condición. A mi, particular y jodidamente, los viejos y las viejas me causan escalofríos testiculares profundos y si algún deseo tengo es encontrarme en algún lado con Dorian Gray para que me cuente como la hizo con Don Sata para mantenerse tan lozáno. Estas babosas condecoraciones del libro de Record Guinness me impacientan al extremo: el más enano, el más gordo, el más flaco, la más vieja y el más alto. No me parece que sea algo que busque resaltar los valores de la humanidad (que francamente los ando buscando hace tiempo) y que lo único que podrían hacer es generar el clásico estigma separatista que en lugar de unir, desune y que no contribuye a hacer del mundo un lugar de hermosas coincidencias. " La vejez -decía Alberto Cortez- es la mas dura de las dictaduras ". Premiar a alguien por eso, debe ser para joder.

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