Los precios del petróleo
por Guillermo Giacosa (*)
Ayer hablábamos sobre el precio de los alimentos y la cantidad de teorías erróneas e interesadas que circulan para justificarlo. Hoy nos referiremos al precio del petróleo. Al respecto, Paul Graig Roberts, quien fue subsecretario de Hacienda de la administración Reagan y Editor Asociado de la página editorial del Wall Street Journal, se formula la siguiente pregunta: "¿Cómo explicar el precio del petróleo? ¿Por qué está tan alto? ¿Estamos agotándolo? ¿Se han interrumpido los suministros o los altos precio son reflejo de la codicia de las compañías petrolíferas o de la codicia de la OPEP? ¿Están Chávez y los saudíes conspirando contra nosotros?". Y responde con su convicción de que existen dos factores relevantes en el aumento del petróleo: "La debilidad en el valor de cambio del dólar y la liquidez que la Reserva Federal está poniendo en circulación". Explica que la debilidad del dólar se debe al gran déficit presupuestario y comercial y esa debilidad, que lo hace cada vez más dudoso como moneda de reserva, obliga a los vendedores a pedir cada vez más dólares.
Mientras tanto -dice Craig- "para impedir una recesión grave y nuevas crisis de los productos derivados, la Reserva Federal está volcando una liquidez que sirve para financiar la especulación de futuros contratos petrolíferos. Los bancos inversores y los fondos de especulación de alto riesgo están restaurando sus dañadas estructuras de capital con los beneficios obtenidos de las especulaciones en futuros contratos petrolíferos altamente apalancados, al igual que hacen los especuladores inmobiliarios impulsando contratos que hacen subir los precios de las casas. La futura burbuja petrolífera acabará también reventando y, con un poco de suerte, antes de que se creen nuevos derivados sobre la base de los altos precios del petróleo".
Destaca que el aumento en el precio del petróleo coincide con la intensificación de las agresiones de los ejércitos de EE.UU. e Israel en el Medio Oriente y la perspectiva de un ataque a Irán que, de antemano, considera destinado al fracaso.
Sin embargo, en los últimos dieciocho meses, el valor se ha disparado debido a la especulación. Cita al Ministro del Petróleo saudí quien dijo recientemente: "No hay nada que justifique el actual aumento de precios". E insiste Craig: "Lo que el ministro quiere decir es que no hay escasez ni interrupción de suministros. Quiere decir que no hay razones reales distintas de las especulativas o psicológicas".
El récord mundial en el precio del petróleo se había producido en 1979 y llegaba a los 104 dólares. Hoy pasa los 130 y, según fuentes citadas por la CNN el fin de semana pasado, podría llegar a los 200 dólares, sobre todo después que Obama asumiera una actitud similar a la de Bush frente a Irán.
En el plano nacional, obvia decir que de materializarse esta predicción habría que reevaluar todas las proyecciones de crecimiento formuladas hasta el presente y ajustarse a un precio en los combustibles que determinaría, sin dudas, un proceso inflacionario de difícil manejo.
Ayer hablábamos sobre el precio de los alimentos y la cantidad de teorías erróneas e interesadas que circulan para justificarlo. Hoy nos referiremos al precio del petróleo. Al respecto, Paul Graig Roberts, quien fue subsecretario de Hacienda de la administración Reagan y Editor Asociado de la página editorial del Wall Street Journal, se formula la siguiente pregunta: "¿Cómo explicar el precio del petróleo? ¿Por qué está tan alto? ¿Estamos agotándolo? ¿Se han interrumpido los suministros o los altos precio son reflejo de la codicia de las compañías petrolíferas o de la codicia de la OPEP? ¿Están Chávez y los saudíes conspirando contra nosotros?". Y responde con su convicción de que existen dos factores relevantes en el aumento del petróleo: "La debilidad en el valor de cambio del dólar y la liquidez que la Reserva Federal está poniendo en circulación". Explica que la debilidad del dólar se debe al gran déficit presupuestario y comercial y esa debilidad, que lo hace cada vez más dudoso como moneda de reserva, obliga a los vendedores a pedir cada vez más dólares.
Mientras tanto -dice Craig- "para impedir una recesión grave y nuevas crisis de los productos derivados, la Reserva Federal está volcando una liquidez que sirve para financiar la especulación de futuros contratos petrolíferos. Los bancos inversores y los fondos de especulación de alto riesgo están restaurando sus dañadas estructuras de capital con los beneficios obtenidos de las especulaciones en futuros contratos petrolíferos altamente apalancados, al igual que hacen los especuladores inmobiliarios impulsando contratos que hacen subir los precios de las casas. La futura burbuja petrolífera acabará también reventando y, con un poco de suerte, antes de que se creen nuevos derivados sobre la base de los altos precios del petróleo".
Destaca que el aumento en el precio del petróleo coincide con la intensificación de las agresiones de los ejércitos de EE.UU. e Israel en el Medio Oriente y la perspectiva de un ataque a Irán que, de antemano, considera destinado al fracaso.
Sin embargo, en los últimos dieciocho meses, el valor se ha disparado debido a la especulación. Cita al Ministro del Petróleo saudí quien dijo recientemente: "No hay nada que justifique el actual aumento de precios". E insiste Craig: "Lo que el ministro quiere decir es que no hay escasez ni interrupción de suministros. Quiere decir que no hay razones reales distintas de las especulativas o psicológicas".
El récord mundial en el precio del petróleo se había producido en 1979 y llegaba a los 104 dólares. Hoy pasa los 130 y, según fuentes citadas por la CNN el fin de semana pasado, podría llegar a los 200 dólares, sobre todo después que Obama asumiera una actitud similar a la de Bush frente a Irán.
En el plano nacional, obvia decir que de materializarse esta predicción habría que reevaluar todas las proyecciones de crecimiento formuladas hasta el presente y ajustarse a un precio en los combustibles que determinaría, sin dudas, un proceso inflacionario de difícil manejo.
(*) Aparecido en su columna del diario Perú21. Habría que ir tomando serias previsiones para evitar que estas alzas en el precio del crudo nos cojan -para variar- sin protección. ¿ Se insistirá con vender el gas a Chile en estas circunstancias ?.
Esperamos, al menos una pequeña reflexión, en lugar de fomentar la protesta de los pueblos en el sur del país. Torpezas que nos distraen de un panorama mundial preocupante.
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