El pago de Chile por César Levano (*)
La agencia de noticias británica Reuters acaba de darnos una sorpresa: la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, aprovechó la XVII Cumbre Iberoamericana para conversar con Luiz Inácio Lula da Silva y Evo Morales sobre un corredor bioceánico que parta del puerto de Santos de Brasil, atraviese Bolivia y desemboque en los puertos chilenos de Arica e Iquique.Alejandro Foxley, ministro de Relaciones Exteriores chileno, ha precisado que los mandatarios de los tres países planean una reunión para concretar, “en un plazo razonablemente breve”, dicho corredor.Chile demuestra así que persiste en su empeño de lograr que las gigantescas exportaciones de Brasil, destinadas sobre todo a China, pasen por puertos chilenos. Eso rivaliza con la aspiración peruana de que esas exportaciones partan de puertos del Perú.Esto se debe en buena parte al derechismo y la miopía de nuestros gobernantes actuales y de toda la casta oligárquica que nos rige desde el siglo XIX. Expresión de esa línea es el abandono de la red de los 20 países del sur mundial, cuyos timoneles son Brasil y la India, y que cuenta con el aval de China, ese gigante de la economía del siglo XXI.¿Qué plantean, entre tanto, Alan García y su “opositora” Lourdes Flores? ¡Formar el eje del Pacífico con México, Colombia y Chile!Para música de fondo de esa tragicomedia, los portavoces del régimen no pierden ocasión de insultar a Evo Morales, de distanciarnos de Brasil, de romper fuegos contra Hugo Chávez. Una manifestación de ceguera política, comercial y diplomática fue la propuesta del presidente Alan García de que el Perú firme por separado un TLC con la Unión Europea. Se le recordó, se le advirtió, se le demostró con muchísimas razones, que eso era imposible; puesto que la UE no comercia con volúmenes diminutos de país por país, sino con bloques. Antonio Cardoso, jefe de la delegación de la Unión Europea en el Perú, acaba de oponer un no rotundo a la propuesta de García. “Nuestro mandato es negociación bloque a bloque”, ha precisado. “La negociación bloque a bloque tiene dificultades; pero también un potencial que no tiene una negociación bilateral”.En esta columna hemos apuntado que las relaciones internacionales no se pueden establecer sobre la base de coincidencias ideológicas y políticas. Hay que poner en la balanza los intereses coyunturales y los de largo plazo. Comerciar no es pactar.Es irracional, por eso, aislar al Perú en el rincón estrecho del nonato eje Chile-Colombia-México-Perú. No hay que perder de vista el peso creciente del Mercosur. En ese marco y en esa dirección es correcto establecer acuerdos petroleros con Venezuela, y, más aún, cuidar nuestras relaciones con Bolivia y con Brasil. En éstas se juega el destino de nuestro país.
(*) Aparecido en la columna del Director del diario La Primera.
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