3.7.07

MANCHANDO LA PELOTA




Perú logra angustiosa clasificación tras empatar con Bolivia


Dos cabezazos de Claudio Pizarro determinaron el empate de Perú 2-2 frente a Bolivia. Un mal planteamiento táctico de Uribe ocasionó fallas garrafales en defensa que casi le cuestan la clasificación a la bicolor.
Desorden y desconfianza. Si hubo una imagen que resuma la actuación del fondo peruano era el ver a Vílchez o a Villamarín pasar el balón a Butrón apurados por un delantero boliviano. El guardameta siempre optó por 'reventar' el esférico en busca de la cabeza de Pizarro. El 14 nunca ganó ante la defensa altiplánica.
Julio Cesar Uribe planteó un 4-4-2 que, por el poco tiempo de ensayo, no fue aplicado adecuadamente por los defensas nacionales, quienes mostraron mucha descoordinación en la marca y en salida. Esto fue bien aprovechado por la ofensiva rival, que tocaba a placer ante la pasividad peruana.
Gran parte del primer tiempo, Bolivia tuvo el balón y lo administró bien a través de Joselito Vaca y Miguel Hoyos. En Perú, como ya es costumbre, Paolo Guerrero fue el jugador diferente. Luchó todas y estuvo cerca de abrir el marcador a los 14 minutos de chalaca. El tiro fue desviado con las justas por el portero boliviano Hugo Suárez.
Empero, Perú no mejoró como equipo. Por ende, no sorprendió a nadie que Bolivia marque el primero a los 24 minutos. La jugada se inició por derecha. Una mala marca de De La Haza permitió que Jaime Moreno reciba solo. Al ver salido a Butrón, el volante optó por colocar la pelota en la esquina derecha del peruano.
Perú, obligado por las circunstancias salió con más ganas que orden, lo que facilitó el trabajo de la retaguardia altiplánica. Tanto Ísmodes como Farfán se perdieron en el mediocampo, pasando desapercibidos gran parte del encuentro.
Sin merecerlo, Perú llegó al empate. Una falta en el lado izquierdo de Bolivia le permitió a los nacionales aspirar a la igualdad. Centro y cabezazo de Pizarro. El jugador del Chelsea anotó su primer gol en el certamen y lo gritó a voz en cuello. En la banca, todos celebraban a excepción del 'Diamante'.
No obstante, Bolivia volvió a la ofensiva, sus ataques eran cada vez más incisivos y golpeaban a una terrible última línea peruana. Si hay justicia en el fútbol, esta se dio para Bolivia a segundos del final del primer tiempo.
Contragolpe perfectamente ejecutado por izquierda, el centro boliviano fue mal despejado por la defensa y el balón cayó a los pies de Jhasmani Campos, quien, con el arco vació, definió a placer: 2-1 para Bolivia y final del primer tiempo.
CAFÉ DESCARGADO. Perú salió al gramado del Metropolitano de Mérida con la misma actitud de los primeros 45 minutos. El entusiasmo inicial se fue apagando poco a poco, pasando al ya conocido nerviosismo. No se vio la mano de Uribe en el entretiempo.
Los cambios no surtieron efecto y Bolivia cogió más confianza, animada por la explícita superioridad de sus defensas. Perú se volcó con todo en el arco altiplánico, pero con mucho desorden. Ísmodes se cansó de sacar centros a la 'nada', Guerrero se perdió entre los defensas verdes y Mariño desapareció del encuentro.
Cuando muchos pensaban en la derrota, una vez más Perú llegó a la igualdad sin merecerlo. Un tiro libre bien ejecutado por Juan Carlos Mariño encontró nuevamente a Claudio Pizarro, que conectó de cabeza y puso el empate cuando faltaban cinco para el final.
Los minutos restantes fueron angustiosos para la blanquirroja, que defendió como pudo el marcador.
Pésima actuación de los dirigidos por Julio Cesar Uribe, quien planteó mal el encuentro y dejó fuera del once inicial a jugadores que fueron fundamentales en los encuentros previos. Se logró la clasificación, pero si no se mejora el trabajo en defensa, solo nos esperan desazones en la siguiente fase de la Copa América.


Como lo dijimos el martes pasado luego del triunfo sobre Uruguay -sabedores de la verdadera actitud gitana del fútbol peruano- lo confirmamos hoy, luego de que equipos (sin jerarquía) como Venezuela y Bolivia nos paseen sin atenuantes (como la altura o el arbitraje). Lo peor de todo es la facilidad con que nos ilusionamos y nos sentimos campeones luego de cualquier score favorable o de algún golpe de suerte en partidos sin importancia. Pese al pobrísimo nivel de nuestro medio y contando con nuestros actuales inefables dirigentes (destructores de posibilidades) y de entrenadores como "el diamante" Uribe, zambo panudo sin ninguna capacidad como entrenador, lleno de falsos orgullos y de invisibles logros, que termina partiendo en dos un equipo con cinco delanteros un volante cuatro defensas y un arquero, osea mientras más me emociono por ganar más cojudeces hago, y si no pongo a mi viejita es porque ya no jala, la cocha.
¿Se imaginan este arroz con mango frente a cualquier selección poderosa? Tranquilos, lo mejor esta por verse. Ya viene Argentina...

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