PASAJERAS EN TRANCE

Unas 115 mil adolescentes se embarazan anualmente en el país
Revelan además que el 12.4 por ciento de las mujeres adolescentes entre 15 y 19 años no sabe del Sida y el 28 por ciento de ellas no sabe cómo evitarlo.
La Sociedad Peruana de Obstetricia y Ginecología (SPOG) informó este viernes que cada año alrededor de 115 mil adolescentes en el Perú resultan embarazadas, lo que representa un grave problema de salud reproductiva en el país. Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) 2004, el 11% de adolescentes entre 15 y 19 años ya es madre o está gestando, y una buena parte de estos embarazos (37%) se presentan en mujeres con bajo nivel educativo.
Otro dato preocupante es que el 20 % de los abortos y el 25% de las muertes por complicaciones en el parto o el puerperio -periodo posterior al parto- ocurren entre adolescentes gestantes.
La titular de dicha institución, Rosa Gutiérrez, señaló al respecto que el índice de mortalidad materna entre las adolescentes es elevada, pues alcanza una tasa de 362 casos por cien mil nacimientos, mientras que las muertes maternas en general alcanzan 185 casos por cien mil nacimientos vivos, según la ENDES 2000.
La presidente de la SPOG informó a la agencia Andina que además del riesgo de embarazos no deseados, las adolescentes enfrentan el riesgo de contraer Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y el Sida, debido a la mínima información de la que disponen para protegerse. Al respecto, reveló que el 12.4% de las mujeres adolescentes no sabe del Sida y el 28% no sabe cómo evitarlo.

No exageramos cuando decimos que este país de fantasía es un reino de atávica ignorancia. Estas alarmantes cifras no sólo reflejan el segmento de la gente de bajos recursos ecónomicos, alcanza también clases medias y altas, de una población desprotegida ante la evidente falta de una política educativa preventiva. Sumésmole nuestra ideosincracia chabacana que desprecia lo que es cultura e información básica.Y, claro, la crísis moral que han sembrado en las conciencias malos gobiernos e instituciones pueriles y sin prestancia. Viviendo así, en una civilización de grandes vacíos interiores podemos encontrar los enredados hilos de esta trampa de paradojas y autodestrucción inconciente y quedar encerrados con lo más elemental de los instintos humanos. Es momento de que cada uno haga su propio trabajo de interpretación de sus hechos y sus circunstancias, balance personal que al menos podría ayudarnos a entender lo frágiles que somos frente a nuestros propios demonios en un mundo, por desgracia, cada vez más obscuro.