JEDIS DE PAPEL: SOBRE OTRAS CALENTURAS DEL MEDIO ORIENTE

Ex presidente israelí reconoce delitos sexuales
Los cargos que tiene solo le valen a Mazouz Katzav, una pena de prisión en suspenso, que debe ser ratificada por un tribunal.
El ex presidente israelí Moshé Katzav, implicado en un escándalo sexual, llegó a un compromiso con la justicia según el cual no cumplirá una pena de prisión, anunció el jueves el Fiscal general del Estado de Israel, Menahem Mazouz.
"Según este compromiso el presidente Katzav reconoció su responsabilidad en una larga serie de delitos sexuales, en particular acoso y actos indecentes", anunció el fiscal a la prensa.
De acuerdo con Mazouz, Katzav, de 61 años, reconoció haber ejercido presiones sobre un testigo.
Los delitos por los que fue imputado, entre los que no figura la acusación de violación, sólo le valen a Katzav una pena de prisión en suspenso, que debe ser ratificada por un tribunal.
Mazouz, quien es también el consejero jurídico del gobierno israelí, dio a conocer que el compromiso fue alcanzado luego de que Katzav, quien en una primera instancia se declaró inocente, "reconociera ser responsable de una parte de las acusaciones que pesan contra él".
"Si hubiera sido declarado culpable, las acusaciones le habrían (normalmente) valido siete años de prisión, pero él lo ha evitado gracias a este compromiso", agregó. Según Mazouz, el cargo de violación contra Katzav fue levantado "por falta de pruebas suficientes".
Una de las dos empleadas que dieron pie al escándalo, y que acusó a Katzav de violación, decidió apelar ante la Corte Suprema para hacer anular un compromiso que calificó de "inmoral" y "contrario al interés público", dijo Mazouz.
"Moshé Katzav ejerció sobre mí un terror físico y moral (...) El era como el doctor Jekyll y el señor Hyde, doctor de día y asesino de noche. Yo vi su lado monstruoso", declaró la afectada.
En conformidad con el compromiso, Katzav deberá pagar a la mujer una indemnización equivalente a 3.500 dólares (2.600 euros), mientras que la segunda acusadora recibirá 8.000 dólares (5.900 euros).
Las negociaciones que permitieron alcanzar el compromiso se llevaron a cabo durante las últimas dos semanas, tras una audiencia con los abogados de Katzav.
"La audiencia no es una simple formalidad técnica", explicó Mazouz para justificar el vuelco del caso. Inicialmente, el Fiscal dio a entender que pretendía inculpar a Katzav por violación, acoso sexual, entorpecimiento de la justicia y soborno de testigos.
Katzav dimitió de sus funciones a comienzos de enero. Shimon Peres, de 83 años, asumió el cargo el 13 del mismo mes.
Citado por la radio pública, Katzav expresó que había "reconocido su responsabilidad por actos que no cometió, a fin de ahorrarle nuevos sufrimientos a su familia".
Katzav, un judío practicante y padre de cinco hijos, fue elegido presidente en 2000 luego de derrotar a Peres en las elecciones.

El animal sexual en acción: Como si su aparición representara el emerger de un ente desconocido que sin embargo es inherente a la genética más descendente de la humanidad. En este caso el octavo pasajero escapando de la viscera de un hombre público, judio practicante (otro creyente que sucumbe ante la sombra interior) y jefe de familia -quien usa del poder obtenido por el extraño designio de la democracia en esta civilización que adora la imposición- para violentar el deseo de sus empleadas en un ritual de posesión forzada. El hecho de ser un político (ex-presidente de una nación realmente contradictoria) no lo libera pero tampoco lo culpa. Lo que le pasa a este ser humano generalmente deambula tentadoramente como uno de los pensamientos más persistentes del hombre, se ceba especialmente en quienes poseen convicciones religiosas muy profundas. La conquista de la urgencia sexual juega con los egos más complicados y se sirve de ellos para lograr su cometido. Satisfecha la bestia, quizás haya remordimientos o culpas pero aún así, somos incapaces de entender este juego cotidiano que ha convertido la atracción por el sexo opuesto en una obsesión fanática, que interpreta y exige la realización liberadora con la toma de otra persona para despojarla de su energía elemental. Alguna vez Sigmund Freud dijo que la solución de los problemas sexuales del hombre era la solución de los problemas del hombre. La lascivia, la lujuria, o como quieran llamarla solamente podrá liberarse por medio del equilibrio que suele dar el entendimiento real, la aceptación total y un esforzado proceso de conciencia. La tarea es personal e inevitable, tal vez sea el reto por enfrentar más decisivo.