Condecoran a vendedor del tradicional postre "zanguito"
Presidente Alan García resaltó ejemplo de perseverancia de humilde comerciante que desde hace más de cuarenta años prepara el tradicional postre limeño.
Esta tarde Palacio de Gobierno rindió homenaje a Máximo Piñeyro Belaonia, un humilde vendedor del dulce "zanguito", quien lleva cuarenticinco años dedicados a difundir este postre limeño en las afueras de un colegio de la capital.
El presidente Alan García lo condecoró con la Orden al Mérito por Servicios Distinguidos en el grado de Gran Comendador, en una ceremonia cuyo centro de atención lo ocupó este platillo, que está hecho en base a chancaca, harina de maíz y pasas.
El jefe de Estado recordó que hace cuarenta años, en su época de estudiante del colegio José María Eguren de Barranco, conoció a Piñeyro, quien desde esa lejana década ya era conocido por vender el "zanguito".
Subrayó que la condecoración es un homenaje al ejemplo de vida que representa el esfuerzo y la voluntad de Piñeyro, quien con su humilde trabajo logró sacar adelante a su familia, construir su vivienda y financiar los estudios superiores de sus hijos.
"Este es un ejemplo cotidiano de trabajo, de constancia, del que debemos aprender los blancos y los ricos, así como los pobres. Tenemos que aprender de un hombre honesto, humilde y disciplinado (...) hay peruanos que lo ven con admiración y uno de ellos es el Presidente de la República", señaló en su discurso.
Por su parte, Piñeyro agradeció la condecoración y dijo que ella representa también un reconocimiento a la esforzada labor de las personas que esforzadamente, con dignidad y con la frente en alto, "salen a trabajar diariamente, a sudar la camiseta para traer un pan".
Al final de la ceremonia, Piñeyro ofreció "zanguito" al presidente García quien hizo degustar el dulce a sus hijos, presentes en el acto.
La pendejada como dóctrina: tenemos un nuevo Presidente banal. Como si no nos hubiera bastado con la frivolidad de Toledo, nuestro primer mandatario (quien además es tremenda loba) ahora se dedica a opinar sobre el fútbol, (sobre Fujimori, se comporta cual guachimán murmurando "desconozco") y por último ahora premia el "sacrificado comercio ambulatorio" de un desocupado más que para subsistir vende en plena calle un postre de dudoso exámen bromatológico (tremenda demagogía) . Vaya a ver la bicicleteada que provoca empujarse un dulcesito de estos en la vía pública. Que no sabe nuestro empedernido consumidor de pastillas de litio que hay gente que no tiene para comer o para curarse si esta enferma. Que la pobreza extrema aumenta más cada día. No nos bastaron los bailes extraños, los antecedentes de su gobierno anterior ni de como regreso al Perú libre de polvo y paja tras un acuerdo de partidos políticos y grupos de poder que buscaban desalojar a Fujimori. Ahora esta aquí animando el domingo con estas verdaderas payasadas -sicosocial style- para distraernos bonito porque de seguro algo se pudre en Dinamarca ( o en Leichestein) y en el fondo vamos coloreando el día gris con estas notas de humanidad fíngida en donde -como en los cuentos infantiles- el vendedor de sanguito termina condecorado como Caballero (Sir Sangus) luego de haberse matado cuatro décadas y media (sin siquiera un fondo de pensiones) para darle de comer a la familia y educar a los críos. Si eso es el ejemplo, estamos rejodidos, corramos veloces donde Laura Bosso a reclamar nuestro carrito sanguchero, y en 50 años nos darán una medalla por haber difundido -por ejemplo- el patriotismo de la chanfainita, el nacionalismo del anticucho y en casos extremos,la realidad, lo que inventan los misérrimos para llenarse con algo la barriga: sopa de agua, pescuezos de pollo, esqueletos de pescado, pan mohoso, agua de hierbas de la ribera del río, o basura que se pueda reciclar para rescatar algo que aún no se haya descompuesto. Total, al final será usted reconocido y premiado.Que conste por eso, que yo -un inmediatista fatal- VOTE VICIADO.
Presidente Alan García resaltó ejemplo de perseverancia de humilde comerciante que desde hace más de cuarenta años prepara el tradicional postre limeño.
Esta tarde Palacio de Gobierno rindió homenaje a Máximo Piñeyro Belaonia, un humilde vendedor del dulce "zanguito", quien lleva cuarenticinco años dedicados a difundir este postre limeño en las afueras de un colegio de la capital.
El presidente Alan García lo condecoró con la Orden al Mérito por Servicios Distinguidos en el grado de Gran Comendador, en una ceremonia cuyo centro de atención lo ocupó este platillo, que está hecho en base a chancaca, harina de maíz y pasas.
El jefe de Estado recordó que hace cuarenta años, en su época de estudiante del colegio José María Eguren de Barranco, conoció a Piñeyro, quien desde esa lejana década ya era conocido por vender el "zanguito".
Subrayó que la condecoración es un homenaje al ejemplo de vida que representa el esfuerzo y la voluntad de Piñeyro, quien con su humilde trabajo logró sacar adelante a su familia, construir su vivienda y financiar los estudios superiores de sus hijos.
"Este es un ejemplo cotidiano de trabajo, de constancia, del que debemos aprender los blancos y los ricos, así como los pobres. Tenemos que aprender de un hombre honesto, humilde y disciplinado (...) hay peruanos que lo ven con admiración y uno de ellos es el Presidente de la República", señaló en su discurso.
Por su parte, Piñeyro agradeció la condecoración y dijo que ella representa también un reconocimiento a la esforzada labor de las personas que esforzadamente, con dignidad y con la frente en alto, "salen a trabajar diariamente, a sudar la camiseta para traer un pan".
Al final de la ceremonia, Piñeyro ofreció "zanguito" al presidente García quien hizo degustar el dulce a sus hijos, presentes en el acto.
La pendejada como dóctrina: tenemos un nuevo Presidente banal. Como si no nos hubiera bastado con la frivolidad de Toledo, nuestro primer mandatario (quien además es tremenda loba) ahora se dedica a opinar sobre el fútbol, (sobre Fujimori, se comporta cual guachimán murmurando "desconozco") y por último ahora premia el "sacrificado comercio ambulatorio" de un desocupado más que para subsistir vende en plena calle un postre de dudoso exámen bromatológico (tremenda demagogía) . Vaya a ver la bicicleteada que provoca empujarse un dulcesito de estos en la vía pública. Que no sabe nuestro empedernido consumidor de pastillas de litio que hay gente que no tiene para comer o para curarse si esta enferma. Que la pobreza extrema aumenta más cada día. No nos bastaron los bailes extraños, los antecedentes de su gobierno anterior ni de como regreso al Perú libre de polvo y paja tras un acuerdo de partidos políticos y grupos de poder que buscaban desalojar a Fujimori. Ahora esta aquí animando el domingo con estas verdaderas payasadas -sicosocial style- para distraernos bonito porque de seguro algo se pudre en Dinamarca ( o en Leichestein) y en el fondo vamos coloreando el día gris con estas notas de humanidad fíngida en donde -como en los cuentos infantiles- el vendedor de sanguito termina condecorado como Caballero (Sir Sangus) luego de haberse matado cuatro décadas y media (sin siquiera un fondo de pensiones) para darle de comer a la familia y educar a los críos. Si eso es el ejemplo, estamos rejodidos, corramos veloces donde Laura Bosso a reclamar nuestro carrito sanguchero, y en 50 años nos darán una medalla por haber difundido -por ejemplo- el patriotismo de la chanfainita, el nacionalismo del anticucho y en casos extremos,la realidad, lo que inventan los misérrimos para llenarse con algo la barriga: sopa de agua, pescuezos de pollo, esqueletos de pescado, pan mohoso, agua de hierbas de la ribera del río, o basura que se pueda reciclar para rescatar algo que aún no se haya descompuesto. Total, al final será usted reconocido y premiado.Que conste por eso, que yo -un inmediatista fatal- VOTE VICIADO.
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