¿Qué escribo, señor psicólogo?
Magaly lo magalizó todo y nosotros también nos dejamos magalizar. Es decir, si songo no le dio a borondongo o borondongo no chapó a Bernabé, entonces no hay noticia que comentar, Sr. psicólogo.
Reviso con atención los periódicos o, mejor dicho, voy directamente a las páginas finales de los diarios, para encontrar esa noticia impactante que pueda ser motivo de comentario de esta columna que, con suerte, algún despistado hojeará mientras evacua sus sólidos, pero no encuentro absolutamente nada de interés.
Bien podría dedicarle algunas letras al importantísimo escándalo del trío Marijuán-el Pizzero-Daysi, pero me parece darle más publicidad a quien gracias al favor municipal llevó a orillas del mar el mal gusto y asesinó, con el fino humor de Miguelito Barraza, a familias enteras de muy muys y cangrejos que descansaban tranquilas en una nocturna playa de la Costa Verde.
Tampoco me provoca meter el dedo en la sangrante herida del matrimonio familiar guadalupano, conformado por una guadalupana ex Miss Perú bien taypá y su también guadalupano primo hermano y, además, guadalupano esposo, luego de las románticas escenas donde ella besa a un, según dicen los que se alimentan de esto, importante empresario mexicano. Por las fotografías, solo podría juzgar el mal gusto de la ex Miss Perú por sobajearse con un vejete, mitad Cattone, mitad Jimmy Santi, con la dentadura casi tan producida como su jet privado.
Qué frustración, Sr. psicólogo. Mi pregunta es: ¿Qué pasa con los productores de los programas de espectáculos cuando no tienen nada que mostrar? ¿Se inventarán los escándalos? No creo, ¿no? ¿Usted qué piensa?
(*) Aparecido en el diario Perú21
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