UN ASCENSO SIN AUMENTO?

Ex doméstica se confiesa.Increíble. La tantas veces polémica parlamentaria Elsa Canchaya Sánchez le pagaba sólo 600 soles a su doméstica Jacqueline Mary Simón Vicerte, que contrató como “asesora”, en vez de los S/. 5,000 que le habían fijado como sueldo el Congreso.
Todo este estado de cosas corrobora con lo que hace unos días era de dominio público en el Congreso de la República: que Simón Vicente había estado sometida a los caprichos y designios de la congresista, que enfrenta un inminente levantamiento de su fuero parlamentario.Nuestras fuentes, de alta credibilidad, también confirmaron la primicia publicada por EXPRESO en la víspera: que la empleada del hogar se acogerá en cualquier momento a los beneficios de la colaboración eficaz “para demostrar que estuvo literalmente bajo las órdenes de la funcionaria (Canchaya)”.Trascendió que Simón Vicente está desde hace unos días en coordinación con representantes de una ONG feminista, para poder hacer frente a los procesos abiertos en su contra por fungir de experta en titulación de tierras, cuando en realidad tiene sólo secundaria completa y estudios iniciales de enfermería.Ello coincide con la versión del congresista Luis Galarreta, quien dio a conocer una misiva enviada por la “asesora” de Canchaya Sánchez al Parlamento, en el sentido que se encuentra a disposición de la 11ª Fiscalía Penal de Lima (denunciada penalmente) para colaborar con las investigaciones y llevar a cabo su defensa de los cargos que se le imputan.“Ella (Jacqueline Simón) está decidida a decir sólo la verdad y nada más que la verdad porque, hasta lo que va de las declaraciones públicas de la señora congresista, se está demostrando que ésta ha mentido más de una vez y ha callado algunas cosas, por lo que ella (la doméstica) expondrá su versión para poner las cosas en su sitio”, advirtieron sus allegados.Estos mismos revelaron que Simón Vicente se encuentra temerosa por todo el escándalo que se ha formado a su alrededor, de lo cual se considera “víctima”, porque ella cumplía sus funciones como empleada doméstica hasta que “a fines del año pasado fue convencida por Elsa Canchaya para convertirse en asesora suya”.El datoJacqueline Simón no se presentó ayer a la Comisión de Ética del Congreso para hacer su descargo, por encontrarse coordinando su defensa con los abogados que la asesoran.

Nadie sabría quien es la Sra Elsa Canchaya (Conchaya no, Canchaya por favor) si no fuera por el terrible desliz de contratar a la niñera de sus canchayitos como su Asesora en el Congreso (cargo para el cual se exigen estudios superiores, lo que en este país no es mucho, francamente...). Pero como era obvio mi querido microbio del jugoso sueldo de cinco mil soles ( mas o menos mil quinientos ochentaysiete dolares ) la parlamentaria se embolsicaba el 90 por ciento, hecho que la debería llevarla a la sombra por estafa. Qué pasa? La plata es capaz de volvernos tan aviesos que depredamos lo que se nos ponga en el camino para conseguir los sueños de oropel. El argumento de racismo contra su asesora que uso la Sra Canchaya para defenderse -cínicamente- en un principio, no era mas que otra mentira inútil para cubrir ese oscuro objeto de culto que es el dinero, simple papel al que la ambición le ha dado categoría de valor fundamental. No voy a condenar a Doña Elsa, si asi lo hiciese, mi lista sería extensa y muy pocos quedarían librados. Ya ven..no es tan malo no tener la billetera afortunada, la libertad no tiene precio.