DISPARO REVELADOR

Mujer china vive 64 años con una bala en la cabeza
Una china ha vivido durante 64 años sin saber que tenía una bala en la cabeza desde la Segunda Guerra Mundial, cuando fue herida por un disparo japonés, afirmó el lunes la agencia oficial China Nueva.
Durante la ocupación japonesa, Jin Guangying, una campesina pobre de la provincial oriental de Jiangsu cayó en coma tras ser alcanzada por un disparo de un militar japonés.
"A mi madre le dijeron que había tenido mucha suerte (...), pero nadie imaginaba que la bala siguiera en el interior" de mi cabeza, explicó Jin, quien desde entonces ha sufrido de migrañas.
Recientemente su familia decidió ahorrar dinero para pagar una radiografía a esta mujer de 77 años, cuyo dolor era cada vez más intenso, lo que hacía pensar a los médicos que podría tratarse de un tumor cerebral.
Pero la radiografía reveló la presencia de una bala de un calibre de 6,5 milímetros, como las que usaba el ejército japonés durante la invasión, según China Nueva.
A principios de mayo un equippo médico extrajo la bala y "el hospital reembolsó los gastos de la operación" tras haber confirmado que era una "pieza del patrimonio" de la invasión japonesa, afirma la agencia, que cita a familiares de la anciana.

Noticia para reflexionar sobre la condición humana. La conjunción de la pobreza y la ignorancia en un país que supuestamente crece económicamente con un ritmo y una aceleración nunca antes vista. Sin embargo una familia de postergados campesinos logra ahorrar algo de dinero para tomarle una radiografía a su madre que revela la existencia de un proyectil del siglo pasado en la cabeza de la misma, mientras tanto la mujer ha sufrido de 64 años de migrañas.La dichosa modernidad material también tiene sus escogidos y sus olvidados, aquellos que son seducidos por la falsa e inexistente prosperidad de las ganancias en contante y sonante y los que -aún viviendo en el mismo instante en el tiempo- están marginados como una raza de inexorables rezagados.Esta realidad no es propia de China sino de todo el planeta ya que los sistemas han colapsado y la vieja usanza del humano se mueve sólo por inercia. En verdad, todos tenemos nuestra propia bala en la cabeza y únicamente el despertar de la conciencia, el enfrentamiento con nuestros miedos y el regreso a nuestra verdadera esencia nos podrá presentar a la verdad en toda su inmensa magnificencia.