Municipio advierte que desalojo de Mercado de Santa Anita es inminente
Teniente alcalde afirma que fecha de desalojo se mantiene en reserva para evitar violencia. Comerciantes niegan que escondan armas de fuego.
En diálogo con el http://www.elcomercioperu.com.pe/, el teniente alcalde Lima, Marco Parra, calificó como una irresponsabilidad el hecho que los invasores del terreno del Mercado de Santa Anita decidieran permanecer con sus menores hijos en el recinto, ya que se cumplirá el mandato judicial de desalojo en una fecha que se mantiene en reserva para evitar desórdenes.
"Es un acto ilegal. La exposición de los menores de edad al peligro es un delito penado por la ley. No solamente están exponiendo la seguridad de sus hijos, sino que además están cometiendo un delito", precisó Parra al mismo tiempo que señaló que no existe "ningún tipo de decisión que vaya en contra de que se retiren estos señores de un mercado que ha sido usurpado de manera ilegal".
Asimismo, el funcionario desvirtuó las declaraciones del representante legal de los comerciantes, Hans Callaza, quien señaló que sus defendidos no corren peligro porque "la sentencia judicial recae sobre una asociación que no representa".
"La ejecución del desalojo es contra los sentenciados y todas aquellas personas que ocupen ilegalmente el inmueble. Es un principio básico del derecho y, sobre todo, está estipulado expresamente en la ley que ha ratificado también la propia Corte Superior de Justicia", finalizó Parra.
NIEGAN QUE TIENEN ARMAS. La Municipalidad de Lima advirtió que los comerciantes de dicho centro de acopio habrían ingresado combustible y armas de fuego para evitar el inminente desalojo del terreno que ocupan ilegalmente desde el 2002.
Sin embargo, uno de sus voceros negó hoy la versión de la comuna y denunció que se ha iniciado una campaña en contra de los comerciantes para hacerlos ver ante la opinión pública como personas violentas.
"En ningún momento ha ingresado combustible o armamentos. Más bien denunciaríamos nosotros esta acción publicitaria, esta sicosis que se difundió ayer en la noche. Nosotros lo único que pedimos es que se respete el derecho al trabajo", comentó el vocero, según informó RPP.
Cabe indicar, asimismo, que el Ministerio del Interior ha señalado que espera una solución pacífica a este problema, y que mientras permanezcan niños al interior del mercado mayorista no usaran la fuerza para hacer cumplir el fallo judicial.
Esta noticia tiene varios puntos de vista que sería bueno esclarecer. El primero es el derecho legal, esta especie de arroz con mango de las sentencias que sancionan a un grupo de personas que no representan a nadie, tanto así que se les castiga individualmente. Para mí, mas que extraño, rarísimo.Algo se pudre en Santa Anita.
El segundo punto es la avidez angurrienta de la Municipalidad de Lima con un empeño constructor (en un ciudad caótica donde vivimos en la inseguridad ) digno de causas mas urgentes. Hay ciertos funcionarios que cuando pican, se envician, hacen escaleras por doquier y la ciudad sigue igual de mal, y ahora quieren "reacomodar el mercadeo de las frutas y las verduras" con las consecuencias de siempre: las cosas quedarán igual o peor.
En tercer lugar: diez mil personas se quedan en la calle. Qué fácil no! Para el Sr Castañeda y sus secuaces desemplear es algo casi vocacional. Negocios son negocios, emotividades imprácticas después por favor.Que los cholos vean como la hacen, es su vida pues.
El uso de los niños para evitar un desalojo a la mala me sabe a chicharrón de sebo, pero tampoco me convence que se dejen asi nomás mansitos, además nuestros policias (desalojadores habituales) usan la cachiporra con un gusto bastante lejano de perfiles sicólogicos normales. Recordemos que estos niños son los hijos del HAMBRE, de la ETERNA POSTERGACION y que sus cortas y frágiles vidas nunca han sido un dechado de rosas. Deberíamos razgarnos las vestiduras por ellos más seguido. No?
Nada justifica la violencia...(frase de salón, café y biscotelas)... la verdad es que cuando te ponen la espalda contra la pared y la ves venir, inexorablemente reaccionas, no mides las consecuencias, casi instintivamente matas para poder vivir. No debería ser así, pero normalmente así es. ¿Qué puede hacer esta pobre gente del Mercado de Santa Anita?
Instalar una mesa de dialogo entre intransigentes podría resultar contraproducente pero es necesario e impostergable, ahora es cuando quienes aún tienen algo de respeto de la ciudadanía deben mediar. Sino preparémonos para un desenlace fatal. La paz y la concordia aguardan entre tanto desvarío.
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