En los Dominios de Canaán (*)
En la caliente provincia dominicana de San Francisco Macoris –ubicada en el corazón del “Cibao”, valle rico en frutas, hortalizas y arroz– vio la luz, hace 72 años, el empresario e ingeniero civil, Rafael Fortunato Canaán. Su familia fue la primera en instalarse en el pueblo, y la casa –ostentosa para la época– fue llamada el Palacio Rosado.
Mucha agua corrió desde entonces bajo el puente. No será un castillo, pero hoy Canaán vive en un lujoso penthouse del exclusivo barrio de Pientoni en la capital, Santo Domingo. Allí se había pactado una entrevista con CARETAS que fue cancelada de improviso, según se informó, por consejo de sus abogados en Lima. Accedió solo a una sesión de fotos en el departamento de la Calle Federico Geraldino. Prometió que volvería al Perú para explicar toda la situación y mostró sus maquetas de hospitales rurales, carreteras y puentes construidos a lo largo de 41 años de carrera.
A la luz del escándalo, poco ayuda al empresario una cancelación de tal naturaleza. Sobre todo porque su declaración, enviada al cierre de esta edición, se concentra en la licitación de los lotes de exploración petrolera y su documentado distanciamiento con Rómulo León Alegría, pero omite el resto del portafolio de negocios que seguirá echando tinta en los periódicos los próximos días.
“PROBARÉ PLENAMENTE mi total inocencia”, promete Canaán, “y que ni siquiera tuve participación en el proceso de adjudicación de lotes petroleros en la modalidad de Contratos de Licencias (Exploración y Explotación) al CONSORCIO DISCOVER PETROLEUM y PETROPERÚ, que han originado las investigaciones y denuncias”.
“Mi participación culminó a inicios del mes de mayo de 2008, y tuvo por objeto la obtención de lotes bajo la modalidad de Convenios de Evaluación Técnica (C.E.T.), convenios que únicamente permiten efectuar estudios que demandan inversiones de altísimo riesgo para las empresas solicitantes”.
“Posteriormente, después que culminó mi participación –por motivos que hice públicos oportunamente–, de acuerdo a la información difundida por la prensa, DISCOVER PETROLEUM participa en un proceso distinto, con el objeto de obtener la adjudicación de lotes en la modalidad de contratos de licencia para la explotación y exploración”.
“En este sentido, al haber culminado mi participación a inicios de mayo de 2008 –como se acredita con los propios audios difundidos en los medios de comunicación– ES IMPOSIBLE QUE HAYA COMETIDO ALGÚN ACTO ILÍCITO O MORALMENTE REPROCHABLE en el proceso de concesión de lotes petroleros a DISCOVER PETROLEUM en las modalidades de exploración y explotación”.
“Sin perjuicio de ello, quiero reiterar que mientras duró mi participación nunca algún funcionario público me pidió o siquiera insinuó coima o soborno alguno, solicitud que habría denunciado en su oportunidad, pues en mis 42 años como empresario he tenido siempre una actuación transparente, ética y respetuosa de las leyes.
Por ello confío en la Justicia y estoy completamente seguro de que la verdad saldrá a flote, y que en algún breve tiempo todo esto no será más que un mal recuerdo”.
OTRO AMARGO RECUERDO es el del dictador Rafael Leonidas Trujillo. Su presencia sigue vigente en todos los rincones de la isla caribeña a pesar de que lleva muerto 47 años: hay un “boom editorial” del que fue bautizado oficialmente como el “Benefactor de la Patria”; el rey de la bachata, Anthony Santos, ha hecho famosa en estos días la canción “Viva Trujillo”, y uno de los platos más apreciados es el “chivo encendido”, llamado así en su honor.
Es por eso que en República Dominicana no despierta resquemores que el papá de Fortunato Canaán haya sido un prominente político trujillista. Así lo explicó uno de sus mejores amigos, Franklin Lithgow: “el papá fue un gran abogado penalista cuando todos éramos trujillistas. Los antitrujillistas están en el cementerio. El papá era el político, Fortunato no”.
Agrega que “nos conocemos desde los cuatro años y él no es de tramoyas. Es un hombre hábil, incapaz de transgredir las leyes o cualquier norma ética. A mi hermano lo engañaron en Perú, mi “pana” ya hizo fortuna, ya tiene de qué vivir hasta que muera”.
Un poco más de distancia toma la política Peggy Cabral viuda de Peñagómez, quien confirmó a CARETAS que fue ella la que gestionó la entrevista de Canaán en Palacio de Gobierno. “Alan García y mi esposo eran amigos desde hace muchos años”, explicó. “Es una relación muy antigua. Cuando lo entrevisté al Presidente (para su programa de TV) se lo pregunté y algunos días después le concedió la entrevista. “No sabía del tema que se iba a tratar”, aclaró. “Fortunato Canaán es un empresario que tiene acá su historia positiva, tiene realmente un nombre. Yo no sé realmente qué pasó allá. Uno se ve a veces dentro de un vendaval que a la distancia se ve peor. Dios quiera que todo acabe lo más pronto posible”.EN SAN FRANCISCO de Macoris, donde recuerdan a Canaán como un emprendedor desde joven, su primera empresa se llamó Raforca y luego se asocia con sus primos hermanos para la construcción de carreteras, puentes y edificios.
Su incursión en el mundo del petróleo también es de temprana data. Todavía se recuerda la fallida explotación de 1978 en el este del país. Entonces Canaán representaba a la empresa venezolana Las Mercedes y, según explicó a CARETAS el ex presidente de la Refinería Dominicana de Petróleo, Leopoldo Spaillat, “llevó a error al ex presidente Silvestre Antonio Guzmán (1978-1982), en lo que fue calificado como Chasco Largo, porque la zona petrolera estaba en Charco Largo”.
También fue un encantador de mujeres y les dedicaba serenatas acompañado de su otro “pana”, el abogado Guillermo Quiñónez, quien recuerda que “una vez, por trujillista, le robaron decenas de vacas de su finca y él solo, junto a su escopetita, las recuperó una a una”. Hoy Quiñónez es uno de los más famosos abogados tributaristas del país.
El especialista de agua, Julio Suero, confiesa con estupor que se enteró del escándalo cuando regresaba de un viaje a Chile que hizo escala en Lima. “Me preocupó mucho. Es un hombre de muchos vuelos y sus proyectos siempre apuntan alto, no es de andanzas. Si Nato fue a Perú, fue a hacer negocios lícitos, nada chueco”. En el Perú también apuntó alto pero, a diferencia de lo que piensa Peggy Cabral, el vendaval es mucho más intenso que en la apacible república centroamericana.
En la caliente provincia dominicana de San Francisco Macoris –ubicada en el corazón del “Cibao”, valle rico en frutas, hortalizas y arroz– vio la luz, hace 72 años, el empresario e ingeniero civil, Rafael Fortunato Canaán. Su familia fue la primera en instalarse en el pueblo, y la casa –ostentosa para la época– fue llamada el Palacio Rosado.
Mucha agua corrió desde entonces bajo el puente. No será un castillo, pero hoy Canaán vive en un lujoso penthouse del exclusivo barrio de Pientoni en la capital, Santo Domingo. Allí se había pactado una entrevista con CARETAS que fue cancelada de improviso, según se informó, por consejo de sus abogados en Lima. Accedió solo a una sesión de fotos en el departamento de la Calle Federico Geraldino. Prometió que volvería al Perú para explicar toda la situación y mostró sus maquetas de hospitales rurales, carreteras y puentes construidos a lo largo de 41 años de carrera.
A la luz del escándalo, poco ayuda al empresario una cancelación de tal naturaleza. Sobre todo porque su declaración, enviada al cierre de esta edición, se concentra en la licitación de los lotes de exploración petrolera y su documentado distanciamiento con Rómulo León Alegría, pero omite el resto del portafolio de negocios que seguirá echando tinta en los periódicos los próximos días.
“PROBARÉ PLENAMENTE mi total inocencia”, promete Canaán, “y que ni siquiera tuve participación en el proceso de adjudicación de lotes petroleros en la modalidad de Contratos de Licencias (Exploración y Explotación) al CONSORCIO DISCOVER PETROLEUM y PETROPERÚ, que han originado las investigaciones y denuncias”.
“Mi participación culminó a inicios del mes de mayo de 2008, y tuvo por objeto la obtención de lotes bajo la modalidad de Convenios de Evaluación Técnica (C.E.T.), convenios que únicamente permiten efectuar estudios que demandan inversiones de altísimo riesgo para las empresas solicitantes”.
“Posteriormente, después que culminó mi participación –por motivos que hice públicos oportunamente–, de acuerdo a la información difundida por la prensa, DISCOVER PETROLEUM participa en un proceso distinto, con el objeto de obtener la adjudicación de lotes en la modalidad de contratos de licencia para la explotación y exploración”.
“En este sentido, al haber culminado mi participación a inicios de mayo de 2008 –como se acredita con los propios audios difundidos en los medios de comunicación– ES IMPOSIBLE QUE HAYA COMETIDO ALGÚN ACTO ILÍCITO O MORALMENTE REPROCHABLE en el proceso de concesión de lotes petroleros a DISCOVER PETROLEUM en las modalidades de exploración y explotación”.
“Sin perjuicio de ello, quiero reiterar que mientras duró mi participación nunca algún funcionario público me pidió o siquiera insinuó coima o soborno alguno, solicitud que habría denunciado en su oportunidad, pues en mis 42 años como empresario he tenido siempre una actuación transparente, ética y respetuosa de las leyes.
Por ello confío en la Justicia y estoy completamente seguro de que la verdad saldrá a flote, y que en algún breve tiempo todo esto no será más que un mal recuerdo”.
OTRO AMARGO RECUERDO es el del dictador Rafael Leonidas Trujillo. Su presencia sigue vigente en todos los rincones de la isla caribeña a pesar de que lleva muerto 47 años: hay un “boom editorial” del que fue bautizado oficialmente como el “Benefactor de la Patria”; el rey de la bachata, Anthony Santos, ha hecho famosa en estos días la canción “Viva Trujillo”, y uno de los platos más apreciados es el “chivo encendido”, llamado así en su honor.
Es por eso que en República Dominicana no despierta resquemores que el papá de Fortunato Canaán haya sido un prominente político trujillista. Así lo explicó uno de sus mejores amigos, Franklin Lithgow: “el papá fue un gran abogado penalista cuando todos éramos trujillistas. Los antitrujillistas están en el cementerio. El papá era el político, Fortunato no”.
Agrega que “nos conocemos desde los cuatro años y él no es de tramoyas. Es un hombre hábil, incapaz de transgredir las leyes o cualquier norma ética. A mi hermano lo engañaron en Perú, mi “pana” ya hizo fortuna, ya tiene de qué vivir hasta que muera”.
Un poco más de distancia toma la política Peggy Cabral viuda de Peñagómez, quien confirmó a CARETAS que fue ella la que gestionó la entrevista de Canaán en Palacio de Gobierno. “Alan García y mi esposo eran amigos desde hace muchos años”, explicó. “Es una relación muy antigua. Cuando lo entrevisté al Presidente (para su programa de TV) se lo pregunté y algunos días después le concedió la entrevista. “No sabía del tema que se iba a tratar”, aclaró. “Fortunato Canaán es un empresario que tiene acá su historia positiva, tiene realmente un nombre. Yo no sé realmente qué pasó allá. Uno se ve a veces dentro de un vendaval que a la distancia se ve peor. Dios quiera que todo acabe lo más pronto posible”.EN SAN FRANCISCO de Macoris, donde recuerdan a Canaán como un emprendedor desde joven, su primera empresa se llamó Raforca y luego se asocia con sus primos hermanos para la construcción de carreteras, puentes y edificios.
Su incursión en el mundo del petróleo también es de temprana data. Todavía se recuerda la fallida explotación de 1978 en el este del país. Entonces Canaán representaba a la empresa venezolana Las Mercedes y, según explicó a CARETAS el ex presidente de la Refinería Dominicana de Petróleo, Leopoldo Spaillat, “llevó a error al ex presidente Silvestre Antonio Guzmán (1978-1982), en lo que fue calificado como Chasco Largo, porque la zona petrolera estaba en Charco Largo”.
También fue un encantador de mujeres y les dedicaba serenatas acompañado de su otro “pana”, el abogado Guillermo Quiñónez, quien recuerda que “una vez, por trujillista, le robaron decenas de vacas de su finca y él solo, junto a su escopetita, las recuperó una a una”. Hoy Quiñónez es uno de los más famosos abogados tributaristas del país.
El especialista de agua, Julio Suero, confiesa con estupor que se enteró del escándalo cuando regresaba de un viaje a Chile que hizo escala en Lima. “Me preocupó mucho. Es un hombre de muchos vuelos y sus proyectos siempre apuntan alto, no es de andanzas. Si Nato fue a Perú, fue a hacer negocios lícitos, nada chueco”. En el Perú también apuntó alto pero, a diferencia de lo que piensa Peggy Cabral, el vendaval es mucho más intenso que en la apacible república centroamericana.
(*)Revista Caretas (ültimo número)
---------------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario
HABLA JUGADOR