Ocultándose en palabras e invocando a Dios
por: Guillermo Giacosa (*)
El semiólogo Eliseo Verón reparó en ello y el periodista Eduardo Aliverti lo destacó en su columna de Página 12. Se refiere a las palabras utilizadas durante la actual crisis financiera. Casi todas ellas son abstractas como “tsunami financiero”, “crash”, “crack”, “tembladeral”, “terremoto”, “colapso”, decenas de sinonimias que en todos los casos expresan situaciones sin definir responsables. “Es justamente el sentido más amplio de la palabra abstracción: separar un concepto del resto de los contenidos que le dan contexto. Y mucho peor, si se quiere, es lo que ocurre cuando uno pretende internarse, aunque sea, en las culpabilidades y consecuencias técnicas –digamos– de lo que sucede. Porque allí se encontrará con las hipotecas “subprime”, los “hedge funds”, el “desapalancamiento” de los bonos, los activos “tóxicos” y restantes delicias cuya semántica tampoco incluye ni carne ni hueso. Como muchísimo, hay la mención de algunos directivos de los bancos y fondos de inversión quebrados o asistidos a los que se menciona con algún ligero cuestionamiento por llevarse centenares de millones de dólares en carácter indemnizatorio. Todo lo demás lo trajo la cigüeña de París. En la gráfica se pueden rescatar algunas cosas y en la red, una infinidad, como para que los espíritus inquietos se consuelen en forma individual. Pero en la televisión y la radio, que son las que fijan el imaginario e impacto masivos, no solo rige la reproducción de ese lenguaje indeterminado sino que lo multiplican a través del desfile, pornográfico, de los gurúes del establishment. Pornográfico, sí, porque no puede calificarse de otra manera (...) mostrar como sapientes a quienes hasta ayer pregonaron la salud de la economía internacional, la conveniencia de la mano invisible de los mercados, las ventajas de la ausencia absoluta de controles estatales”.AUXILIO DIVINO POR SI FALLA EL ESTADOSegún Christian Today, una publicación australiana, “cristianos en Wall Street programaron encuentros especiales de oración para la semana” y “servicios extraordinarios se organizaron en Merrill Lynch, Goldman Sachs, JP Morgan, Chase, Citigroup, Morgan Stanley y en otras partes”.“Los pastores, además, estarían planeando iniciar oraciones en las veredas justo afuera del edificio de la Bolsa de Nueva York. Mike Faulkner, pastor de New Horizon Church, declaró: “La Iglesia debería estar disponible de todas las formas para la gente de Wall Street que puede que no pensara mucho antes acerca de Dios”. El obispo Roderick Cesar, de la iglesia bautista Bethel Gospel Tabernacle, de Nueva York, dijo que la crisis es tan fundamental para nuestro mundo que “la Iglesia tiene que estar preparada para el momento y estar dispuestos a trabajar juntos”. Otros destacaban que, dada la sensación de omnipotencia que siempre han tenido muchos de los operadores de Wall Street, este puede ser el primer traspié serio de sus vidas y, claro, no es algo para lo que estén preparados”.Caraduras, desvergonzados, pusilánimes, son los primeros adjetivos que vienen a mi mente.
por: Guillermo Giacosa (*)
El semiólogo Eliseo Verón reparó en ello y el periodista Eduardo Aliverti lo destacó en su columna de Página 12. Se refiere a las palabras utilizadas durante la actual crisis financiera. Casi todas ellas son abstractas como “tsunami financiero”, “crash”, “crack”, “tembladeral”, “terremoto”, “colapso”, decenas de sinonimias que en todos los casos expresan situaciones sin definir responsables. “Es justamente el sentido más amplio de la palabra abstracción: separar un concepto del resto de los contenidos que le dan contexto. Y mucho peor, si se quiere, es lo que ocurre cuando uno pretende internarse, aunque sea, en las culpabilidades y consecuencias técnicas –digamos– de lo que sucede. Porque allí se encontrará con las hipotecas “subprime”, los “hedge funds”, el “desapalancamiento” de los bonos, los activos “tóxicos” y restantes delicias cuya semántica tampoco incluye ni carne ni hueso. Como muchísimo, hay la mención de algunos directivos de los bancos y fondos de inversión quebrados o asistidos a los que se menciona con algún ligero cuestionamiento por llevarse centenares de millones de dólares en carácter indemnizatorio. Todo lo demás lo trajo la cigüeña de París. En la gráfica se pueden rescatar algunas cosas y en la red, una infinidad, como para que los espíritus inquietos se consuelen en forma individual. Pero en la televisión y la radio, que son las que fijan el imaginario e impacto masivos, no solo rige la reproducción de ese lenguaje indeterminado sino que lo multiplican a través del desfile, pornográfico, de los gurúes del establishment. Pornográfico, sí, porque no puede calificarse de otra manera (...) mostrar como sapientes a quienes hasta ayer pregonaron la salud de la economía internacional, la conveniencia de la mano invisible de los mercados, las ventajas de la ausencia absoluta de controles estatales”.AUXILIO DIVINO POR SI FALLA EL ESTADOSegún Christian Today, una publicación australiana, “cristianos en Wall Street programaron encuentros especiales de oración para la semana” y “servicios extraordinarios se organizaron en Merrill Lynch, Goldman Sachs, JP Morgan, Chase, Citigroup, Morgan Stanley y en otras partes”.“Los pastores, además, estarían planeando iniciar oraciones en las veredas justo afuera del edificio de la Bolsa de Nueva York. Mike Faulkner, pastor de New Horizon Church, declaró: “La Iglesia debería estar disponible de todas las formas para la gente de Wall Street que puede que no pensara mucho antes acerca de Dios”. El obispo Roderick Cesar, de la iglesia bautista Bethel Gospel Tabernacle, de Nueva York, dijo que la crisis es tan fundamental para nuestro mundo que “la Iglesia tiene que estar preparada para el momento y estar dispuestos a trabajar juntos”. Otros destacaban que, dada la sensación de omnipotencia que siempre han tenido muchos de los operadores de Wall Street, este puede ser el primer traspié serio de sus vidas y, claro, no es algo para lo que estén preparados”.Caraduras, desvergonzados, pusilánimes, son los primeros adjetivos que vienen a mi mente.
Según el análisis de nuestro asesor en temas financieros y jodas, insistimos en estar inmersos en esa soberbia tan inútil como autodestructiva que nos hace creer que esta crisis maldita no nos va a afectar cuando la recesión mundial contraiga el consumo de un mercado de por si ya bastante maltrecho y cuyos primeros sintomas los veremos en la caida del precio de los minerales, de los productos de agroexportación y de los textiles.
Esperamos que la marea no nos alcance pero viendo lo que sucede en el mundo es el momento en que no sobrará ni la más mínima precaución. Hay puestos de trabajo en juego en los sectores que tienen un moderado comercio con USA.
Ya sabemos que el famoso TLC con los gringos no nos va a servir para vender nuestros sanguitos y que tan cacareado tratado ahora resulta condenatorio. Asesoren bien a Cristo Pobre Yehude. Despierten al Mago Valdivieso porque su receta ya es bastante extempóranea y anacrónica y como siga entercado en recortar lo vislumbramos rezando (junto a sus patrones del FMI y a sus patas de Wall Street) perseguido por una inmensa cholería vestida de murga y puñal en boca. OJo, Peter Garca dixit.
(*) Diario Perú21
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