23.7.08

SABLE LASER











HISTORIA DE CUEROS EN BANDERAS

por Obiwan Kenobi




A raíz de la sesión fotográfica de la Srta Suarez (en donde su inmejorable culete se posa sobre la gloriosa bicolor con escudo y todo-) ha habido una reacción desmedida de todos los falsos amantes de la patria que tiene este país, los mismos que no dudarían en poner al palo el susodicho símbolo patrio si los interesados en comprarlo fueran por ejemplo nuestros vecinos chilenos, que ya al menos tienen la vicuña y la cornucopia separada.

Pero esta no es una historia nueva, tenemos material gráfico para contarles.

La primera que se calzó una bandera y provocó la indignada respuesta argenta fue la Chechu Bolocco -que pretendiendo adquirir un razgo a lo Evita- colocó sobre sus deliciosas carnes la bandera celeste y blanca.

La respuesta no se hizo esperar. Silvia Suller -una vedette argentina bastante mediática- conocida por su lenguaje agresivo y vulgar se puso sobre los siliconeados pechos el emblema de la estrella solitaria.

Tiempo después Luciana Salazar, coronada como la reina del Festival de Viña del Mar usó un bikini que simbolizaba la unión de las dos banderas y como que el gesto sirvió para fumar la pipa de la paz.

Hace unos meses una bailarina peruana, desconocida hasta en su barrio, en protesta por la invasión chilena en el mar peruano se metió a la fuente de la Plaza de Armas de Lima con el cuerpo decorado por una bandera de Chile pintada. Fue detenida y arrestada, no sin antes secarse la mojadita de la pileta con una bandera ¡peruana!

Naturalmente que estas gracias solo tienen por objeto tener su cuarto de hora de fama. La flaca se llama Karen Loo y parece que aun aprovecha su ligera fama.

En Méjico, Paulina Rubio fue multada por darle el mismo uso al emblema del país de los charros y los aztecas. En traje de Eva se cubrió con la bandera mejicana y la protesta fue general. La gracia le costó como cinco mil dolares.

Aquí y sin fotoshop de por medio, las fotos de Leysi Suarez han dado la vuelta al mundo, hay quienes piden la intervención del Ministerio de Educación y hasta que la cantante y bailarina pague con prisión por esta afrenta.

¿No será demasiado lío por que esos bien formados glúteos, ese cuerpo de chola blanca bien power, esa desnudez sensual, toquen lo que en el fondo es una simbología que no tiene nada que ver con lo material?

Si empezamos a sancionar a quien derrape con los símbolos patrios vamos a tener que colgar a varios futbolistas (que se guasquean en uso de la camiseta nacional y luego reciben con un pasmo horroroso un mínimo de seis goles) y a varios políticos y congresistas realmente impresentables y que nos representan a todos.

Nuestro cholo sano y sagrado, Alejo el Pacharaco y nuestro Tobi local, The fat Alan, van a tener que salir pitando en el termino de la distancia acompañados de varios ministros y ex-ministros de sus respectivos gobiernos y en cuanto a los gloriosos representantes del dizque empresariado peruano, ávidos tagarotes capaces de vender medio país sin asco ni remordimiento, es mejor que ordenen a sus empleados en los medios de comunicación que le den vuelta a la pagina porque están jugando con un fuego que los puede quemar vivos a todos juntos. Sería pues mas inteligente el ocuparnos de cosas mucho mas importantes que requieren de nuestra urgente atención y veamos en el sitio que le corresponde (la anécdota mañosona) estas tomas de Leysi Suarez que ya cumplieron con el objeto de darle la prensa que necesitaba para promocionarse.

Nota: a los amigos que nos solicitan mas material de Leysi Suarez les recomendamos que se bajen la película peruana Mañana te cuento 2 en donde hay 10 minutos de la Srta Suarez que valen por toda la filmación. Ya les prepararemos mas fotos para dentro de unos días.



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1 comentario:

  1. El bolondrón de la bandera

    Para mi, no hay ofensa a la bandera. Tampoco veo vilipendio, ni vejación, ni burla. Dejando de lado el hecho de que los genios detrás de este embrollo pusieran el escudo al revés, pintaran el árbol que no debía ser, y otras cosillas más, este asunto de la la señorita calata sentada sobre la bandera, que ha sido tomado como gravísima afrenta nacional por la mayoría, es una reacción de esas política y falsamente correctas.

    Si a Carlos Álvarez, el impresentable cómico que apela a lo más bajo de los recursos para provocar risa, le dejan pasar cosas peores, pero peores, cuando pone y expone al pabellón nacional y otros símbolos patrios como decoración y mudos testigos de su deforme humor (en sus sketchs relacionados al Congreso y otros similares), ahora el 99% de los opinantes se viene a escandalizar por unas fotillos de publicidad primariosa --y nada originales, según lo reseñado en el post-- y sale con que lo hecho por una "almita bella" es ¡Oh qué horror, Satanás calato!

    El ardid publicitario les ha dado resultado a Daysi Ontaneda y compañía. Provecho. Y si multan o mandan a la cárcel a los responsables de este escandalete, favor que les harían, pues qué mejor publicidad que esa, y gratuita además, con entrevista fija en los programas líderes de la televisión descartable (o sea, de ver y botar) entre ellos, cómo no, el de Jaime Bayly.

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