Jane Fonda quiere salir desnuda en la pantalla grande
La veterana actriz, de 60 años, señala que le encantaría protagonizar una película erótica. Sin embargo, es consciente que es un poco difícil por los años que lleva encima.
Jane Fonda, actriz de Hollywood, reina de la gimnasia y activista, ha ido cumpliendo años, pero permanece fiel a sus gustos: la estrella del film "Barbarella" en los años 60 quiere volver a mostrarse desnuda en la pantalla.
"Quiero hacer una película erótica sobre una mujer que tiene más de 70 años", declaró hace poco la actriz al periódico USA Today. "Lamentablemente existe este tabú cultural, cuando se pasa cierta edad, de que no se tiene sexo. Ocurre lo contrario". Es fácil creer que es así a esta atractiva actriz que cumple 70 años el próximo viernes (21 de diciembre).
La combativa activista antibélica y en particular contra la guerra de Vietnam sigue saliendo también a manifestarse a la calle. Junto con decenas de miles de opositores a la guerra de Irak marchó a principios de este año en Washington contra la política del gobierno.
Sin embargo, muchos estadounidenses no le han perdonado a "Hanoi Jane" -como se la calificó entonces de forma crítica- el haber visitado la capital de Vietnam del Norte en 1972 para protestar contra la guerra y el dejarse fotografiar sentada en una batería antiaérea del Vietcong, utilizada contra sus compatriotas.
Fonda se ha divorciado tres veces, pero no por eso le faltan candidatos. Su nuevo novio, el empresario de Nueva York Lynden Gillis, de 73 años, apareció en octubre a su lado en el Festival de Cine de Roma.
Ya en mayo ambos pasearon juntos por la alfombra roja en Nueva York en el estreno de la más reciente película de la actriz, Georgia Rule. En la cinta encarna a una estricta abuela que intenta encarrilar a su nieta rebelde (Lindsay Lohan). Dos años antes interpretó a una terrible suegra en Monster-in-Law, para hacer sufrir a Jennifer Lopez en una comedia. Previamente había hecho una pausa de 15 años en Hollywood, tras retirarse en 1991.
Jane Fonda tenía 12 años cuando su madre se suicidó y fue criada por su abuela en el estado de Connecticut. Lleva la interpretación en la sangre, como hija del actor Henry Fonda y hermana de Peter Fonda. Sin embargo, huyó del colegio para chicas Vassar a París, donde estudió pintura y piano e intentó ser periodista. A fines de los años 50 conoció a Lee Strasberg, el fundador de la famosa academia Actors Studio, y fue con él que aprendió el oficio y tuvo éxito rápidamente.
En 1960, Jane Fonda fue calificada por los críticos de teatro de Nueva York como "la mejor actriz de nueva generación" y filmó su primera película, Tall Story. Poco después decidió seguir a París al director francés Roger Vadim, quien había descubierto antes a Brigitte Bardot. El cineasta le dio cuatro papeles, la hizo famosa en todo el mundo gracias al film erótico de ciencia ficción Barbarella y se casó con ella.
De regreso en Hollywood, Fonda obtuvo su primera nominación al Oscar por el papel de una bailarina de maratón en They Shoot Horses, Don't They?. Ganó finalmente el codiciado premio en dos ocasiones: en 1971 como prostituta en Klute, y en 1978 por Coming Home, una cinta que aborda de forma amarga las consecuencias de la guerra de Vietnam.
Sin embargo, a la actriz no le alcanzaba con los papeles comprometidos y el estatus de estrella de Hollywood, y por eso se implicó a fondo por sus convicciones. Junto con el actor Donald Sutherland realizó una gira por Vietnam con lemas antibélicos que indignaron al Pentágono.
Con su segundo marido, el político liberal Tom Hayden, la actriz se comprometió por los derechos civiles y de las mujeres. Luego siguieron de nuevo papeles centrales y películas con gran éxito comercial como The China Syndrome y el drama familiar On Golden Pond (1981) -el primero y único film en el que Fonda aparece junto a su padre, entonces enfermo de muerte-.
Junto con Gregory Peck rodó Gringo Viejo (1989) y con Robert DeNiro, Stanley & Iris.
En 1982 desató una ola de pasión por la gimnasia en Hollywood como nunca antes. Sus videos de aerobic, luego también de stretch y yoga, la ayudaron a crear un imperio del fitness, cuyo valor se estimó en 600 millones de dólares.
Piedad, por favor. Aunque Jane Fonda se mantiene bastante bien (con el negociazo de los videos de fitness) preferimos el recuerdo de sus extraordinarias actuaciones en películas como Barbarella o Regreso sin gloria. Pero la tía que le hacía la vida imposible a Jennifer Lopez en Monster in law esta para actuaciones bien tapadita. No nos queremos quedar ciegos. Y en cuanto al derecho de las personas mayores a una vida sexual plena, no vemos la necesidad de mostrar cierta flacidez en la pantalla grande para que las personas de esta edad gocen como mejor le parezca, sin dar argumentaciones (que mas parecen de talk show) sobre su libre albedrío.
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