13.6.08

CHAVEZ'S QUESTIONS





Interrogantes a la propuesta de Chávez
por Guillermo Giacosa
0pinábamos ayer que la invitación de Chávez a las FARC para abandonar la lucha armada había complacido a todo el mundo, menos a Uribe y a EE.UU. He leído la prensa de varios países y casi todos se muestran positivamente sorprendidos. Muchos comentaristas opinan que, de tener eco el pedido, podrían producirse cambios alentadores.
El mayor inconveniente consistiría en saber cómo se reinsertarían los miembros de las FARC a la vida política democrática sin correr la suerte que padeció la Unión Patriótica que, surgida de una negociación entre el presidente colombiano Belisario Betancourt y el estado mayor de las FARC en 1984, terminó en una dramática masacre. Se había estipulado la creación de un movimiento de oposición para que la guerrilla se incorporara paulatinamente a la vida legal.
El resultado se puede resumir en una petición dirigida a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que decía: "1,163 miembros de la Unión Patriótica fueron ejecutados extrajudicialmente entre 1985 y 1993. Presentaron, asimismo, una lista de 123 personas que fueron desaparecidas por la fuerza; otra de 43 personas que sobrevivieron a atentados de asesinato, y de 225 que recibieron amenazas durante el mismo periodo".
De acuerdo con los líderes del grupo político, el saldo de los ataques se aproxima a las 5,000 personas asesinadas, desaparecidas y torturadas, entre quienes se cuentan dos candidatos a la presidencia, ocho congresistas, cientos de alcaldes y concejales y miles de activistas locales.
Deponer las armas, entonces, no solo implica una reflexión política, sino también una decisión entre la vida y la muerte. ¿Hasta dónde juega esta variable en la postura de las FARC? Tan imposible saberlo como imposible es ignorar que se trata de un factor que ningún ser humano podría dejar de tener en cuenta. Suponiendo la mejor buena voluntad de parte del Gobierno colombiano, puede este garantizarles seguridad en un territorio donde hay muchas heridas sin cerrar y abundan los paramilitares y los narcos con sus sicarios.
¿Habrá pensado el presidente Chávez ofrecerles asilo político? ¿De darse esa situación, pueden imaginar la gigantesca campaña mediática que se desataría sobre Venezuela? Quizá un asilo político compartido por la comunidad latinoamericana para los jefes podría constituir una variable potable para todos. La pregunta es si las FARC están dispuestas a desaparecer del panorama político colombiano o solo estarían dispuestas a hacerlo como grupo alzado en armas.
Su metodología es la que está en cuestión. Sobre su ideología existen las mismas objeciones que hay sobre toda concepción que ponga en cuestión el actual orden establecido. ¿Abandonar la lucha significa una renuncia a la metodología y a los ideales? Sé que los mismos fueron traicionados al pactar con narcos y al secuestrar civiles, pero imagino que no es esa la percepción que ellos tienen sobre sí mismos. Además, ¿aceptarían los gringos la desaparición de un enemigo tan funcional a sus planes?


(*) Aparecido en su columna del diario Perú21
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