30.7.08

EL ENIGMA DEL DESEO







La anoréxica y su deseo

por Fernando Maestre (*)


Cuando hemos oído hablar de una mujer anoréxica, se nos ha venido a la mente la siguiente pregunta: ¿Tendrá hambre la anoréxica? ¿Se verá realmente flaca? ¿Por qué vive pensando en la comida? ¿Ama la comida, la odia y, por eso, la rechaza? El tema del deseo en las pacientes que presentan este tipo de alteración es fundamental, no solo para entender por qué una mujer puede llegar a rechazar la comida, al punto de dejarse morir antes de aceptar comer algo que, en su alterada mente imaginativa, puede tener calorías o hacerla engordar, sino también porque, al descifrar el enigma del deseo, habremos puesto el primer pie en la posibilidad de una terapia inteligente de la anoréxica. Para entender qué es lo que ha sucedido con los deseos que normalmente tienen los seres humanos en relación con la comida, veamos dos verdades. La primera es que la anorexia siempre está relacionada con un conflicto con la figura materna. La segunda es que, en toda niña pequeña, el deseo principal que tiene es saber que su madre la ama, que ella es el ser más importante del mundo para su mamá y que sus demandas de amor son entendidas por su madre y respondidas, en la medida de lo posible, de manera satisfactoria.Teniendo en cuenta esto, podemos entender cuál es el camino que recorre el deseo de una niña pequeña en relación con su madre hasta llegar a volverse anoréxica. La primera estación ocurre cuando, por alguna razón, que puede ser la falta de emotividad o, tal vez, la incapacidad de entender aquello que le pide la hijita, la mamá, en vez de percibir que su hija necesita sentirse amada, así ella se lo manifieste de modo constante e intenso, confunde el pedido. Cree que le está demandando otra cosa, no entiende el deseo de su hija y, como respuesta, en vez de amor… le da comida. Es en tal circunstancia donde la hija se siente embutida por una papilla asfixiante, que ella recibe para calmar su amor cuando, en realidad, solamente logrará engordarla en la niñez. Es por eso que muchas mujeres anoréxicas siempre fueron niñas gorditas sonrientes y obedientes.Una vez que la joven llega a ser una adolescente, descubre en su inconsciente que la comida y la grasa han sido en su vida una trampa y un terrible engaño a sus anhelos de amor. Un señuelo que recibió de su madre en vez de amor. Ahora desarrollará un odio furibundo y una ira incontenible a todo lo que es grasa, comida, calorías, gordura, pues ello le representa lo que le dieron y que jamás pidió.El alimento no solo sirve para nutrirnos, sino que también es un objeto investido del deseo amoroso que todo parroquiano le pone. En la comida volcamos tanto amor como odio. La anorexia es el trastorno que nos grita ODIO LA COMIDA PORQUE CON ELLA ME ENGAÑARON, me embutieron comida y me quedé sin el amor de mi madre.


(*) Aparecido en su columna del diario Perú21.

---------------------------------------------

No hay comentarios:

Publicar un comentario

HABLA JUGADOR