Equivocado el tango, que dice en su letra: que veinte años no es nada.
Kelly Lebrock era una módelo espectacularmente hermosa. Fue su singular belleza la que la llevó al cine en donde hizo un par de peliculitas ligeras pero atractivas y taquilleras y en donde su imagen resaltaba por sobre todo el contexto del film.
En Ciencia Loca llegó a lucir como una femina de otra dimensión...
Que ayudaba a superar la timidez a unos adolescentes, algo nerds, que la crearon de una muñeca casi perfecta y a la medida de sus sueños mas exigentes.
Ella ya había destacado en La chica de rojo como Charlotte, una tentadora estrella del modelaje y en donde también la dirige el talentoso Gene Wilder.
La escena de Kelly refrescándose sobre una de las ventilas superiores del subterráneo es un homenaje de Gene Wilder a la recordada Marilyn Monroe de la inolvidable cinta La comezón del séptimo año.
Como Kelly sólo contaba con la impactante -pero efímera- presencia de su físico (y muy poco talento como actriz) hizo un par de peliculitas más sin ningún éxito. Ya estaba casada con el inexpresivo George Segal y pasó rapidamente al olvido, del cual la rescatamos para homenajear su pecaminosa reminiscencia.
Como Kelly sólo contaba con la impactante -pero efímera- presencia de su físico (y muy poco talento como actriz) hizo un par de peliculitas más sin ningún éxito. Ya estaba casada con el inexpresivo George Segal y pasó rapidamente al olvido, del cual la rescatamos para homenajear su pecaminosa reminiscencia.
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